LA HABANA, Cuba. – El joven Osiris Díaz Piedrahita lleva más de siete días en el centro de aislamiento para casos sospechosos de COVID-19 habilitado en el IPVCE Eusebio Olivera Rodríguez de Sancti Spíritus, donde ha reclamado atención psiquiátrica y medicamentos indispensables para tratar la hipertensión que padece.
Díaz Piedrahita asegura haberles comunicado a los doctores de la instalación sus deseos de cometer suicidio, pero durante su internamiento solo ha recibido una amitriptilina (antidepresivo).
“Estoy muy alterado de los nervios por el acoso que recibo constantemente de la Policía y el Gobierno por mis publicaciones en las redes sociales y también por la discriminación de la que he sido y soy víctima en mis centros de trabajo y en mi pueblo, por ser homosexual”, lamentó.
El joven espirituano, oriundo de Tuinucú, ha implorado la atención de un psiquiatra “para dialogar con él” y recibir tratamiento. “No doy más”, aseguró en un video enviado a CubaNet.
Díaz Piedrahita, además de requerir que se le proporcione atención psiquiátrica, denuncia al régimen “por la discriminación social que existe en Cuba hacia los homosexuales”.
Según cuenta, desde pequeño ha sufrido acoso y rechazo en el batey donde creció, así como en Guasimal, la localidad donde reside actualmente.
“Los vecinos me gritan ‘loca, maricón, pelúa’. Mi madre, cuando llego a su casa, me dice: ‘Vete de aquí, yo no quiero maricones en mi casa’”, cuenta.
Antes de ingresar en el centro de aislamiento, trabajaba en el hotel La Cabaña, “que se habilitó para el área roja de la COVID”, pero ahí solo se mantuvo tres días, debido a los malos tratos de sus compañeros de trabajo., asegura.
“Ahí no me maltrataron más porque no pudieron, tanto la administración, como las enfermeras y demás trabajadores. Estuve 72 horas y decidí abandonar el puesto de trabajo, porque no aguantaba más”, precisó.
“¿Este Gobierno tiene el derecho de frustrarle la vida a una persona? ¿Le he hecho algo tan grande a la humanidad para recibir este pago?”, se pregunta. “Desde que mostré mis primeros signos de ‘amaneramiento’ siendo un niño, he sido hostigado por todos, hasta los policías me daban golpes”, lamentó.
Díaz Piedrahita ni siquiera exige a los doctores el amlodipino y la hidroclorotiazida que debe de tomar debido a su hipertensión y que se encuentran en falta; únicamente solicita atención psiquiátrica y medicamentos para tranquilizarse.
Muchos centros de aislamiento en la Isla han sido blancos de críticas y denuncias en las redes sociales por las condiciones en las que se encuentran, incluidas la mala alimentación que ofrecen a los pacientes y la carestía de insumos médicos indispensables.
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