MADRID, España.- La cubana Yordanka Battle Moré denunció este fin de semana estar siendo acosada y vigilada por el régimen de la Isla.
Según explicó a través de redes sociales, cuando regresaba del trabajo su madre le advirtió que había un hombre en una moto escondido en el portal de su edificio.
“Me dice que lleva rato ahí y que está como vigilando algo. Ella enciende las luces y me espera en el portal de la casa. Efectivamente, cuando voy llegando, era un policía que estaba con su moto ahí escondido. Yo vivo en este barrio (en El Vedado) desde 1994, y por la cercanía a la Embajada Americana estoy acostumbrada a la presencia policial. Quizás estaría orinando. ¿Pero, tanto rato? ¿Y por qué esconderse con la moto? En fin…”, dijo Battle Moré en su publicación.
Yordanka Battle Moré, conocida en redes sociales por sus denuncias a la situación del país, declaró que continuará hablando de lo que cree y lo que siente.
“Voy a seguir criticando a ultranza la autocracia, la ineficiencia, la desidia, la indefensión ciudadana, el desinterés y la miseria de todos tipos en la que me encuentro. Voy a seguir cuestionando cada palabra y acción del Selecto Grupo de Poder, y voy a seguir pensando que viven como burgueses y que piensan como viven. Voy a seguir pensando que nos ven como a esclavos y que Cuba no está diseñada para los cubanos”, expresó.
En octubre Battle Moré hizo catarsis durante una transmisión en vivo de Facebook al exponer la dura situación que padecen los residentes en la Isla.
Battle Moré comenzó relatando las vicisitudes para comprar picadillo. “Cogí el turno para comprar solamente cuatro tubos de picadillo. O sea, es madrugar, gente pasando frío, gente con tremenda necesidad de comida, hacer una cola horrible, una pila de gente con todo y lo que se esté organizando para cuatro tristes tubos de picadillo”, lamentó.
Asimismo, reconoció que tenía “una indignación grande” por la vida “tan paupérrima” que les ha tocado a los cubanos. “Esto da asco, señores, asco”, dijo. “No hay nada más indignante para un ser humano que tener que estar fajándose por comida, tener que estar mendigando. Yo me prometí a mí misma que nunca me iba a quedar callada porque lo que estoy es obstinada. Es un nivel de obstinación, de molestia… Tú te levantas y tratas de ser positivo, tratas de que las cosas vayan bien, tratas de pensar, pero es que no se puede, la situación en este país es invivible. Es insufrible. Esto da asco, grima”.
Tras estas denuncias, la joven fue despedida de la entidad estatal para la que trabajaba.