AREQUIPA, Perú.- La Quinta de los Molinos, ubicada en los terrenos de la antigua estancia de Aróstegui cerca de la Zanja Real y las faldas del castillo del Príncipe, surgió cuando la construcción del Gran Teatro Tacón requirió el traslado del primitivo Jardín Botánico.
El capitán general Miguel Tacón dispuso que las plantas se movieran a Los Molinos y ordenó la construcción de una pequeña casa quinta de una planta en el sitio.
Esta casa sería la residencia de verano de los Capitanes Generales y una residencia de tránsito para los gobernadores que esperaban trasladarse a España después de entregar el mando. La construcción fue realizada por los ingenieros Félix Lemau y Manuel Pastor.
La Quinta de los Molinos, construida en 1844 y ampliada bajo la dirección del ingeniero Carrillo de Albornoz, nunca alcanzó la magnificencia de las grandes mansiones del Cerro, pero fue un lugar agradable con hermosos jardines. De hecho, Cirilo Villaverde la describió como uno de los jardines más amenos y extensos cerca de La Habana.
Después de la Guerra de Independencia, el interventor militar estadounidense la cedió a Máximo Gómez como residencia oficial. Aunque se menciona que Mario García Menocal y otras autoridades utilizaron la Quinta en ciertas ocasiones, eventualmente dejó de ser usada por las principales autoridades del país y pasó a tener diversos usos, como Jardín Botánico y centro de exposiciones.
Después de la firma del Tratado de París el 10 de diciembre de 1898, el presidente de la República de Cuba en Armas, Bartolomé Masó, renunció a su cargo en Santa Cruz del Sur. La Asamblea de Representantes del Ejército Cubano se trasladó a La Habana.
El 24 de febrero de 1899 Máximo Gómez, Generalísimo del Ejército Libertador, llegó a La Habana y estableció su cuartel general en la Quinta de los Molinos.
Aunque hubo desacuerdos entre Gómez y el Consejo de Gobierno, la Quinta de los Molinos se convirtió en un lugar relevante durante este periodo y albergó la Oficina de Licenciamiento del Ejército Libertador en 1899. Algunas fuentes señalan que fue la última residencia de Gómez antes de su fallecimiento en 1905.
Actualmente la Quinta de los Molinos está ubicada en la avenida de Carlos III, en el municipio Plaza de la Revolución y alberga la Facultad de Agronomía del Instituto Superior de Ciencias y Tecnologías Nucleares (ISCTN).
Este centro ofrece carreras universitarias en disciplinas como Meteorología, Física Nuclear y Radioquímica. Además, dentro de la Escuela Felipe Poey, ubicada en la Quinta de los Molinos, se encuentra un raro árbol llamado Bala de Cañón (Couroupita guianensis), originario de Costa Rica, Panamá y Brasil.
Este árbol es destacado por sus inusuales flores y frutos con forma de bala de cañón antiguo. La Quinta de los Molinos también es conocida por ser un lugar donde Celia Sánchez, una figura importante en la historia cubana, sembró y cuidó uno de estos árboles. En toda Cuba, se conocen solo unos cinco ejemplares de este árbol.
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