LA HABANA, Cuba. – El artista cubano Luis Manuel Otero Alcántara sigue pendiente a juicio por los cargos de “ultraje a los símbolos patrios” y “daños a la propiedad”. Según le informó su abogado, “el caso ya salió de Fiscalía, está en el Tribunal Provincial y no puede volver a los instructores”.
Al artista del Movimiento San Isidro no solo lo liberaron porque “les dio la gana” o porque “el sistema judicial cubano es una aberración”, como asegura el propio Otero Alcántara, sino porque la presión ejercida en las redes e incluso en las instituciones por amigos, artistas, activistas y periodistas, funcionó.
“Me pueden decir dentro de 72 horas o mañana mismo ‘tienes juicio’”, denuncia el artista. El apremio con que pueden anunciarle la vista oral indica que sigue tratándose de un proceso sumario.
“Ninguno de los dos casos se sostiene”, le ha asegurado el abogado. No obstante, aún el artista está amenazado con la privación de libertad, que oscila en el rango de dos a cinco años de acuerdo con los delitos usados por el régimen para juzgarlo.
Otero Alcántara no es el único artista que ha sido condenado en Cuba. Tampoco es el único que se pronuncia en contra del Gobierno y es reprimido, pero las simpatías que ha creado con su obra o y su proyección lo han convertido en un símbolo para más de una generación. Una condena contra el artista también sería la condena pública, más visible, más mediática de los últimos diez años, contra el arte y la libertad de expresión en Cuba.
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