LA HABANA, Cuba. – Maricela Quiala Hernández, madre del joven cubano con artritis reumatoide Héctor Luis Pupo Quiala, residente en el municipio holguinero de Antilla, pide que se beneficie a su hijo con una visa humanitaria, para que este pueda recibir tratamiento médico en el extranjero.
“Ya no aguanto más, no puedo ver cómo este muchacho se destruye, cómo se va desbaratando poco a poco; él no debería estar así, pero le faltó medicamento, le faltaron los alimentos, le faltó la fisioterapia”, cuenta a CubaNet.
“Para los que defienden esta Revolución fallida, este sistema fallido, mi hijo es un guerrero, porque muchas personas sin limitaciones físicas no salen adelante como lo ha hecho él”, continúa la entrevistada. “Es un guerrero porque supo llevar una familia, así que para esos que dicen que él en otro país no va a ser nadie, que se va a morir, eso es mentira: mi hijo puede salir adelante en otro país como lo ha hecho en este sin recursos”.
La enfermedad que padece Pupo Quiala afecta las articulaciones y tejidos y provoca dolor intenso y rigidez. El joven nunca ha dejado de exigir al régimen las condiciones y medicinas necesarias para tratarla.
Joven cubano con artritis: ‘Tengo que aguantar y sufrir sin mejoría de ningún tipo’
“Ya no hay medicamentos en Cuba. El medicamento que él tomaba era porque se lo mandaban, pero ya no. Me he dirigido a muchas entidades, a muchos dirigentes de este país y todos se han burlado de mí porque me prometen cosas que nunca han cumplido, y yo de ingenua creía. Aquí lo único que saben hacer es engañar, reprimir, humillar y maltratar al ser humano”, sentenció.
Recientemente, el joven de 33 años aseguró a CubaNet que desde hace años no tiene un seguimiento médico de la enfermedad, pues el último reumatólogo que lo examinó le dijo que tenía que “aguantar”.
“Mi hijo caminaba, él era un niño normal y por una pedrada y mala atención médica se quedó sin caminar. Cuando lo llevé para La Habana los médicos decían que no tenía nada, que estaba fingiendo un dolor, pero él quería estar en la escuela hasta con dolores porque le gustaba estudiar”, cuenta Quiala Hernández.
Sobre la desatención del Gobierno, la cual ha sido denunciada por el propio Héctor Luis, su madre asegura que sí recibió ayuda en una ocasión, cuando le dieron un televisor; sin embargo, dice que cambia la salud de su hijo “por miles de televisores y por todas las cosas materiales”.
Quiala Hernández ha sido operada en tres ocasiones de hernias que se le reproducen, debido a la fuerza física que debe hacer a la hora de cargar a su hijo para trasladarlo del sillón de ruedas a la cama o viceversa. El joven no puede estirar sus rodillas; mantiene los pies rígidos y no se puede sentar.
“Sé que después de este video van a reprimir más a mi hijo, pero no tengo miedo, ¿qué más le pueden hacer? Él es un hombre valiente que a pesar de sus limitaciones físicas ha salido adelante como no han podido hacer muchos hombres y muchos dirigentes de este país que solamente se acomodan en un carro para explotar al cubano de a pie. Pido ayuda y la pido de corazón”, terminó.