MIAMI, Estados Unidos. — El escritor peruano Mario Vargas Llosa ingresó este jueves a la Academia Francesa, convirtiéndose así en el primer autor sin obra en francés en haber sido ser admitido en esa prestigiosa institución.
La entrada de Vargas Llosa a la Academia se produjo en una solemne y tradicional ceremonia que comenzó a las tres de la tarde (hora local) en el Anfiteatro del Instituto Francés, en París.
En su discurso ante los presentes, el autor, de 86 años, agradeció a Francia por ayudarlo a sentirse “un escritor peruano y latinoamericano”.
“Gracias a Francia descubrí la otra cara de América Latina, los problemas comunes a todos sus países, la horrible herencia de los golpes militares y del subdesarrollo, la guerrilla y los sueños compartidos de liberación”, expresó el escritor en su intervención.
Vargas Llosa también aprovechó su discurso para plasmar su condena contra la invasión rusa a Ucrania.
“Siempre permanecerá —¿cómo dudarlo?— esa caricatura que los países totalitarios nos venden como novelas, pero que sólo existen después de haber pasado por la censura que los mutila, para sostener las fantasmagóricas instituciones de payasadas similares a la democracia, de las que nos da el ejemplo de la Rusia de Vladimir Putin”.
En la ceremonia estuvieron presentes el rey emérito de España, Juan Carlos I, quien asistió en compañía de su hija, la Infanta Cristina.
A lo largo de su extensa y exitosa carrera, Vargas Llosa ha ganado numerosos reconocimientos, entre los que destacan el Premio Nobel de Literatura (2010), el Premio Cervantes (1994), el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1986), el Premio Nacional de Literatura del Perú (1971), el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos (1988), el Premio Planeta de Novela (1994), el Premio de la Crítica en España (1994), entre otros.
La Academia Francesa es una institución cultural y literaria francesa fundada en 1635. Es conocida por ser una de las instituciones de su tipo más antiguas del mundo y tiene como objetivo promover la lengua y la literatura francesas y preservar su uso y pureza.
Se trata, además, de una institución independiente y autónoma que tiene el poder de fijar las normas y reglas de la lengua francesa, y su diccionario oficial es considerado una autoridad en la materia. La Academia también otorga premios y reconocimientos a escritores, poetas y lingüistas por su contribución a la literatura y la lingüística francesas.