MIAMI, Estados Unidos.- La Embajadora de Estados Unidos en la Organización de Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, publicó este domingo un editorial en El Nuevo Herald en el que tilda de vergonzoso el apoyo que la Asamblea General de dicha organización dio a la resolución presentada por Cuba.
En el texto, Haley asegura que el régimen cubano patrocina una resolución que culpa de la pobreza, la represión y la falta de libertad de la isla al embargo económico de Estados Unidos, y la organización que se supone debe velar por los derechos fundamentales de cada país hace de la vista gorda, y participa cada año en lo que ella llama “un desfile de hipocresía”.
Se refirió a la presentación este año de una serie de enmiendas, presentadas por Estados Unidos, que afirmaban el derecho del pueblo cubano a hablar libremente; su derecho a no ser encarcelado por sus creencias políticas; y su derecho a los frutos de su trabajo, entre otros, con las cuales solo tres naciones estuvieron de acuerdo, de las 193 naciones votantes.
“Sin duda, muchos de los países que votaron en oposición pensaron que estaban metiendo el dedo en el ojo a Estados Unidos. Pero todo lo que realmente estaban haciendo era demostrar, una vez más, la necesidad de un liderazgo continuo de Estados Unidos en materia de derechos humanos en Cuba, porque nadie más lo hará”, aseguró en su texto, y agregó que “cuando la ONU tuvo la oportunidad de demostrar su propio liderazgo, se negó a hacerlo”.
“La dictadura castrista niega al pueblo cubano los derechos humanos y las libertades más elementales. Los periodistas y opositores al régimen que no cooperan son arrestados e incluso asesinados. La economía cubana está amañada a favor de la élite gobernante. El gobierno cubano tiene la autoridad absoluta para restringir los viajes dentro de Cuba y para determinar quién puede salir”, sin embargo, la ONU no se pronuncia al respecto y cada año forma parte de un circo orquestado por un régimen y su resolución, que lo absuelve de toda responsabilidad.
Para la embajadora estadounidense en dicha organización internacional, lo lamentable no es que su país haya quedado solo defendiendo la dignidad humana en las Naciones Unidas, al decir de Haley, Estados Unidos está orgulloso de resistir a la multitud de países cuando se trata de los principios en los que creemos. Lo lamentable es la farsa de la ONU, en la que “el pueblo cubano fue una vez más abandonado por una organización que se supone que defiende los derechos humanos”.
En su editorial, Haley asegura que es una fortuna que las Naciones Unidas no tengan el poder de poner fin al embargo de Estados Unidos, pues ese poder pertenece exclusivamente al Congreso y al pueblo estadounidense. “Pero las Naciones Unidas tienen un gran megáfono. Tienen la capacidad única de enviar un mensaje moral a la dictadura cubana en nombre de todo el mundo. El hecho de que se hayan negado a hacerlo debería ser motivo para que los estadounidenses reexaminen los límites de lo que podemos esperar de las Naciones Unidas”, escribió.
Finalmente dijo que, en ausencia de un mensaje mundial de apoyo, “Estados Unidos reitera su mensaje al pueblo de Cuba: Continuaremos estando con ustedes hasta que llegue el día en que podamos estar juntos como personas libres en el vecindario que compartimos”.