MIAMI, Estados Unidos. – Tras cinco meses y 20 días de prisión, fue liberado bajo fianza Yoennis Domínguez de la Rosa, el santiaguero que difundió en redes sociales imágenes del enfrentamiento entre vecinos y militares tras la violación de una niña de ocho años.
El 10 de febrero pasado, vecinos del reparto Nuevo Vista Alegre, en Santiago de Cuba, y fuerzas combinadas del Ministerio del Interior se enfrentaron tras un intento de linchamiento del ciudadano Alejandro Wilson Correa, acusado de violar a una niña de ocho años.
La población de Nuevo Vista Alegre cercó a Wilson Correa con el objetivo de hacer justicia por su propia cuenta, pero la Policía y tropas especiales intervinieron para evitar el linchamiento.
Las imágenes más difundidas de este suceso fueron grabadas y publicadas por Domínguez de la Rosa.
Represión contra Domínguez de la Rosa
Poco después de los sucesos, el día 12 de febrero, Yoennis fue citado a declarar en la primera unidad policial de Micro 9. “Me encerraron en un cuarto y me dijeron todo tipo de ofensas para que yo me alterara y me pusieran un desacato. Como no me dejé provocar, me ocuparon mi teléfono y mi laptop y me liberaron”, declaró el santiaguero a CubaNet.
Dos días después, el 14 febrero, fue detenido y trasladado a la misma unidad policial. Allí lo mantuvieron sin ingerir alimentos y lo dejaron durmiendo, pese a que había bajado la temperatura, en el patio de la unidad, denuncia Domínguez de la Rosa.
Este trato cruel e inhumano fue luego que Julián Delegado del MININT y Oscar Vaillant, teniente coronel, lo precisara a confesar ante cámara un delito que no cometió.
“Me obligaron a decir que yo había incitado a las personas a que lanzaran piedras y agredieran a los guardias. Al principio lo negué, porque es mentira, si ves mis videos yo solo filmé, pero (el oficial) Julián me dijo que él no estaba jugando, que el ministro del Interior había dado la orden de apresarme y que si yo quería seguir vivo que asumiera que yo había sido el promotor de todo lo sucedido”, explicó Domínguez de la Rosa.
“Según como te comportes así te trataré, con esas publicaciones estás haciendo daño a la Revolución”, fueron las palabras de bienvenida que el delegado del MININT de Santiago de Cuba dio al detenido, cuenta el propio exrecluso. Bajo amenazas, chantaje y coacción ―denuncia― le arrancaron una confesión, puesto que las autoridades locales necesitaban un chivo expiatorio para complacer a sus jefes.
“No faltaron las preguntas: ¿A qué organización opositora perteneces? ¿Eres periodista independiente? ¿Quién y cuánto te pagan desde Estados Unidos?”.
“Me dieron a elegir, entre dos delitos, uno era atentado. Según ellos, aunque fuera inocente iba a pagar, pero si decía lo que ellos querían solo sería un año y seis meses de prisión domiciliar”.
El día 15 de febrero Domínguez de la Rosa fue encerrado por 19 días en el centro de operaciones llamado Versalles, temido en Santiago de Cuba por sus métodos inhumanos contra los detenidos. Allí se encontraban seis personas más de su barrio que estaban siendo acusadas de delitos similares por participar el día 10 en el enfrentamiento.
Todos, menos Domínguez de la Rosa, pudieron contratar a abogados y finalmente fueron liberados luego de recibir sendas multas. Él no corrió con la misma suerte: lo mantuvieron por varios días sin colchón, toalla y otros objetos de primera necesidad.
El 4 de marzo fue trasladado al Destacamento 6 de la prisión Aguadores, donde intentó suicidarse. Después de este evento, fue internado por tres días en el hospital psiquiátrico de la provincia. En este lugar ―también denuncia― sufrió episodios violentos, permaneció esposado y fue tratado con drogas aun en contra de su voluntad.
En la prisión también sufrió violencia policial, estuvo esposado de pies y manos por dos días y se vio obligado a hacer sus necesidades fisiológicas encima, asegura.
Durante este período su madre, Eradis de la Rosa, denunció a través de un video difundido por el líder opositor José Daniel Ferrer, el caso de su hijo, a quien también le fue negada hasta la atención médica en venganza por la difusión de las imágenes.
El 3 de agosto fue visitado por agentes de la Seguridad del Estado quienes le dijeron que lo que había hecho contra la Revolución estaba mal, y que eso solo le daba “armas al enemigo”, haciendo referencia a Estados Unidos.
Más adelante fue puesto en libertad con una fianza de 1000 pesos. Antes de ser liberado las autoridades le informaron que sería llamado nuevamente para cerrar el caso.
Hace poco más de una semana recibió una petición fiscal de siete años por “atentado”, uno por “desacato” y dos por “desorden público” con una sanción conjunta de nueve años de privación de libertad.
“Yo no hice nada malo, grabé y publiqué videos en mis redes sociales, no incité a la violencia, no ejercí violencia. Ni siquiera tengo antecedentes penales, pero quieren que alguien pague para ejemplarizar al resto”, cuestionó el joven de 35 años de edad.
Vecinos del reparto Nuevo Vista Alegre aseguraron a CubaNet en el momento de los hechos que la Policía había sido la responsable de la reacción del pueblo, porque lejos de apaciguar los ánimos, respondieron con golpes y tiros a quienes pretendían linchar al violador.
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