Opositor cubano en México corre grave peligro por lesión tumoral

SANTIAGO, Cuba. – Desde la ciudad de Monterrey en México, el opositor cubano Ramón Arboláez Abreu solicita ayuda humanitaria con urgencia. Padece de una lesión tumoral en la base de la lengua desde hace más de un año y su condición se ha agravado en los últimos meses.

“Tengo mucho dolor en las noches que me coge la cabeza y el cuello” declaró a CubaNet.

Ramón no recibe atención médica desde hace casi ocho meses y, en estos momentos, ni siquiera cuenta con los medicamentos que antes tomaba para combatir la infección ganglionar, elevar las defensas y aliviar el dolor.

“Mi tratamiento era con Amoxicilina, Complejo vitamínico B y sedantes para el dolor; desde hace meses no los tomo” apuntó.

Debido al gran tamaño que ha alcanzado el tumor, Arboláez casi no puede tragar alimentos sólidos y cuando lo logra debe tomar abundante agua para no atragantarse.

La situación ha empeorado luego de que fue trasladado a Monterrey, pues anteriormente vivía en la ciudad de Palenque, Estado de Chiapas, donde ya se encontraba tramitando su documentación legal.

De un momento a otro la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), que sesiona en este municipio, lo envió al Hospital General Dr. Gustavo A. Rovirosa, ubicado en Villahermosa, Tabasco.

Una vez allí fue atendido por un especialista Maxilofacial cubano que resultó ser médico militar. Sin hacerle ningún examen, este doctor le dijo que debía realizarse una operación radical de lengua y ganglios.

Además, el médico le indicó una Tomografía, un análisis de sangre y un electrocardiograma, que aún no ha podido hacerse por falta de recursos económicos.

También su próximo turno médico quedó pospuesto hasta el 26 de mayo próximo, debido a la contingencia sanitaria en ese país, marcada por la propagación del nuevo coronavirus.

CubaNet puso en conocimiento de este caso al doctor Roberto Serrano Delis y este apuntó que la patología en sí es muy compleja y de reservado pronóstico.

“Depende del estadío en que se encuentre, y en este caso, ha avanzado mucho en los últimos meses. Bajo el mismo criterio varía el tratamiento que debe ser quirúrgico si existe posibilidad de curación o de lo contrario, sería paliativo. Tengo entendido que fue visto por un especialista que sugirió cirugía, si es así, el tiempo es la clave y la ayuda no puede tardar.”

La situación de Ramón es muy crítica, necesita ser intervenido quirúrgicamente de inmediato y no puede costear el procedimiento. La ACNUR quedó en brindarle apoyo monetario, pero aún no ha hecho nada.

Arboláez Abreu, también conocido como “Papito”, se unió a la lucha por la libertad de Cuba desde la década de los 90. Primero fue integrante de la Coalición Central Opositora y luego del Frente Antitotalitario Unido (FANTU) liderado por Guillermo “Coco” Fariñas.

Estando en la Isla, fue víctima de represión. La Seguridad del Estado cubano lo sometió a brutal represión, hostigamiento y persecución debido a su constante y valiente activismo pacífico.

En 2011, Papito y su familia fueron desalojados de su vivienda y permanecieron deambulando en las calles durante meses.

El 8 de marzo de 2016 fue obligado a salir de Cuba, tras haber sido amenazados de muerte; él, su esposa e hijos. En marzo del año pasado, ya estando enfermo, emprendió una travesía por la selva con destino a los Estados Unidos, aunque hoy se encuentra varado en México.

Actualmente sobrevive en precarias condiciones y a su situación de salud se suma el que su esposa haya perdido el empleo recientemente, “estamos viviendo por la gracia de Dios” lamentó.

Por otra parte, aunque en octubre pasado le concedieron un refugio temporal con su familia en Monterrey, continúa siendo indocumentado y, por ende, no tiene permitido moverse con libertad en el país.

En 2019 la Naciones Unidas reconoció a Ramón Arboláez Abreu como expatriado forzoso de su país, pero esto no le ha valido para obtener la ayuda que necesita de la ACNUR.

Solo la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y la oficina del Congresista Mario Díaz-Balart se han hecho eco de su condición, inclusive trataron de conseguirle un parole humanitario, pero no fue posible por falta de una organización que se hiciera cargo de su tratamiento hospitalario.

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