MIAMI, Estados Unidos. – El padre de la asolescente Leidy Bacallao, asesinada por su expareja en el interior de una unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Nuevitas, Camagüey, en febrero pasado, dijo al canal de noticias Univisión 23 que los agentes del orden habían dejado matar a su hija.
“La dejaron matar, los policías la dejaron matar”, recalcó Antonio Bacallao, quien reside en Estados Unidos pero viajó recientemente a Cuba para participar en el juicio contra el asesino de su hija, identificado como Elesván Hidalgo.
“Vine destrozado, vine muerto en vida”, dijo al periodista Mario Vallejo.
Asimismo, contó otros detalles sobre el crimen, que trascendieron en la vista oral. “La niña estaba dentro de la unidad de la Policía. Los policías salieron huyendo y [el asesino] le dio la primera puñalada. Ella se metió dentro de la Policía… Hay unos instructores de Criminalística que dijeron que ella había batallado en toda la unidad de la Policía, intentando salvarse, huyendo”, precisó Bacallao.
“La ‘unión’ con su asesino fue un infierno para la niña Leidy Bacallao”
El entrevistado también denunció que el asesino de su hija era amigo de los policías que le permitieron entrar en la estación y que era, además, informante del Ministerio del Interior (MININT).
“Todas las salidas ilegales él las filtraba a la Policía, y al final a todo el mundo lo cogían preso y a él nunca le hicieron nada”, contó.
“Inclusive a la niña la dejaron muerta en el suelo. Auxiliaron al asesino [tras dispararle], lo metieron para adentro. Lo llevaron en una ambulancia y a la niña la recogieron los muchachos, los amiguitos de ella la montaron en una motorina y la llevaron muerta para el hospital”, agregó Bacallao.
Leidy Bacallao, de 17 años, fue ultimada a machetazos por su expareja el sábado 4 de febrero de 2023. El crimen ocurrió en el interior de la unidad de la PNR de Camalote, un consejo popular del municipio Nuevitas, delante de la vista de varios oficiales.
MININT se pronuncia sobre el asesinato de una adolescente en una estación de policías
Según denunció en un post de Facebook el académico cubano Julio César González Pagés, que recabó varios testimonios de personas residentes en la localidad de Camalote, la relación de Leidy con su agresor, comenzó cuando ella tenía 13 años, bajo el consentimiento de sus padres.
En la noche del crimen, relató Pagés, “Leydi salió huyendo de la fiesta (…) en dirección a la subestación de la Policía, donde solo se encontraba un policía de guardia”.
Contrario a lo que afirma la escueta nota divulgada por el Ministerio del Interior (MININT) en medios oficiales, y según la cual el homicida habría recibido un balazo en la zona lumbar, Pagés afirma que el policía disparó al agresor en el muslo, pero no pudo evitar el crimen.
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