MIAMI, Estados Unidos. – El testimonio publicado por CubaNet este jueves, titulado “‘Siempre quedan restos’: un infierno en el Salón de Legrados de Santiago de Cuba”, ha desatado una avalancha de relatos de mujeres cubanas que han pasado por experiencias traumáticas en los hospitales maternos del país. Decenas de mujeres han compartido sus historias sobre legrados y partos en la Isla, y de las cuales resulta un cuadro sombrío.
“Siempre quedan restos”… narra, en primera persona, la angustiante experiencia de una mujer que sufrió maltratos en el Salón de Legrados del Hospital Clínico Quirúrgico Docente “Dr. Juan Bruno Zayas”, de Santiago de Cuba, a mediados de 2022. Según su testimonio, las pacientes son sometidas a procedimientos dolorosos y, en muchos casos, sin anestesia. Además, la mujer denunció las condiciones insalubres del lugar y la falta de empatía de los profesionales de la salud, que agravaron su situación y la dejaron traumatizada, física y emocionalmente.
Tras conocer el testimonio, decenas de mujeres compartieron su experiencia en las redes sociales de CubaNet, que se compromete a investigar las denuncias. Aquí va una selección de los nuevos testimonios:
La internauta identificada como Mary Pupo comentó sobre la vulnerabilidad y el temor que siente una mujer en esas situaciones. A pesar de que reconoció que aún existen profesionales de la salud con “buenos sentimientos”, criticó la falta de compasión y el maltrato verbal que muchas veces reciben las pacientes. “Son momentos muy difíciles para toda mujer que esté en esa situación; una se siente vulnerable, preocupada, temerosa, y es verdad que a veces [los trabajadores de Salud] no tienen ni siquiera el cuidado de hablar bajo para dejar descansar a las intervenidas, tampoco compasión para tratarlas”.
Karen Díaz destacó la desesperación que se siente al estar atrapada en un sistema sanitario deficiente. “Desde hace años es insufrible caer en esa cadena. Ahora debe ser un infierno en la tierra”.
Yoana Boza García extendió la crítica a otros hospitales del país, señalando el maltrato y las condiciones deplorables. “Eso es en todos lados, no vengas al [Hospital] Materno de Santa Clara [porque] te quedarás sorprendido de todo lo que verás. Yo personalmente salí traumada, no por la cochinada, sino por el maltrato, por todo lo que te hacen pasar; es un horror… sin palabras”.
Mariela Veranes relató su traumática experiencia de parto en 1988. “Horrible todo lo que pasé, me trataron mal, comencé trabajo de parto el día 18 y pude parir el día 21. Estaba cansada, triste, era primeriza y tenía 24 años. Sangraba y no quisieron hacerme cesárea o ayudarme a parir como un ser humano. Ahí no quedó todo, también quedé con restos, la pasé muy mal y tuve que pasar por legrado”.
Cristobalina Irsula Zamora también quedó con restos tras realizarse un legrado. “Hace muchos años ha sido igual, que me lo pregunten a mí, que hasta en uno de los legrados que me hicieron eran dos [fetos] y me dejaron uno muerto, por poco muero. Lo más doloroso era la indiferencia y el maltrato principalmente de las enfermeras”.
Yami La Rosa describió su experiencia reciente con un legrado diagnóstico. “Yo me hice un legrado diagnóstico hace poco y parecía [que] me estaban dando puñaladas adentro. La verdad es que es muy doloroso sin anestesia, y muy triste la situación de los hospitales”.
Yairis Hernández Álvarez señaló la falta de anticonceptivos como un problema subyacente que agrava la situación. “Las personas comentan que debemos las mujeres cuidarnos, pero no hay anticonceptivos, no hay preservativos, no hay pastillas. Aquí todo es un problema, no hay de nada, la única opción sería dejar de hacer el acto sexual”.
Danay Domínguez Menéndez comparó el dolor de un legrado con el de una cesárea. “¿Procedimiento doloroso? No, es lo siguiente. Yo prefiero pasar mil veces la recuperación de una cesárea que someterme a ese procedimiento. Lo pasé solo una vez y fue suficiente”.
Martha Maray Hernández Rumbaut describió su experiencia de parto en 1992, de la cual resaltó el maltrato y la falta de empatía de los profesionales de la Salud. “Es muy triste lo que pasamos las mujeres tanto si tomas la decisión de parir o de abortar el trato es muy malo no tienen respeto somos tratadas como si fuéramos unas perras no hay comparación”.
Anisleidy Pérez Morejón contó que solo fue atendida por el personal de Salud tras desmayarse. “Mi historia en el Materno de Santa Clara: llegué con sangrado intenso, esperé un mundo para que me atendieran en un banco en la sala de estar. Cuando se dan cuenta, a correr conmigo porque había que transfundirme, todo esto después de haber ido dos días seguidos y dormir en los bancos. Tuve que desmayarme para que me atendieran (…). Por poco me muero o me matan”.
Taimi Vicente: “Te dicen: ‘Tú sabías que esto dolía’. Sí duele, duele mucho pero doliera menos si usted tomara mi mano y me acompañara en esta pesadilla o en este sueño en caso que fuera el parto. Deberían ser más humanizados, soy médico, y sé lo que vi. Tuve mi experiencia cuando estudiante y un médico le dijo a una muchachita que estaba de trabajo de parto: ‘¿Tu mamá no te dijo que esto dolía?’. Y yo le llamé aparte a él y le dije: ‘Mire, médico, parece mentira que con tanto conocimiento sea tan deshumanizado, usted mejor que nadie debería saber que parir duele, pero apóyela, (…) cambie, doctor”.
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