LA HABANA, Cuba, agosto, – El largometraje de ciencia-ficción Omega 3 del realizador Eduardo del Llano proyectado en cines de estreno va siendo una de las películas cubanas menos taquilleras de los últimos tiempos. Las salas permanecen vacías, situación poco usual ya que los cubanos se muestran ávidos de verse retratados en la pantalla.
Algunos espectadores son atraídos por la sinópsis del filme: “A cien años del presente, ocurre una guerra mundial por imponer una forma alimenticia sana, entre los cars (carnívoros), macs (macrobióticos), olis (ovo lácteo) y vegs (vegetarianos). Un vegs resulta prisionero de los macs y conoce a una prisionera olis, entre ambos buscan estrategias para escapar o al menos por sobrevivir’’.
El lenguaje (verbalista) entre los protagonistas Carlos Gonzalvo (conocido por su nombre humorístico Mente Pollo) y Dianelys Fuentes y Héctor Noas, trata de sustituir –en vano– los imprescindibles efectos especiales del género.
Debe reconocerse el intento del director de satirizar la penosa realidad cubana de subsistencia, al situar el filme en un futuro donde sobran los alimentos. Pero sin naves cósmicas, ingravidez, robots, el público bosteza. En Omega 3, Del Llano fracasó en el intento de realizar ciencia ficción de cartón.
Eduardo Del Llano, bien conocido por sus cortos satíricos que circularon de manera clandestina por Internet, estrenará su cortometraje crítico No somos Nada en septiembre.