LA HABANA, Cuba.- La periodista camagüeyana Iris Mariño ha sido acusada por las autoridades cubanas de “usurpación de capacidad legal” por su trabajo en la revista La Hora de Cuba.
La semana pasada, Iris Mariño fue citada a la estación de policía de Avellaneda, en la llamada ciudad de los tinajores, para responder a lo que luego pareció ser una farsa para amedrentarla porque, después de una hora y diez minutos de espera, ningún agente de la Seguridad del Estado había acudido al interrogatorio y en el lugar nadie sabía nada.
Este lunes la periodista amaneció con un hombre identificado como “teniente Acosta” en la puerta de su casa, citándola verbalmente a un interrogatorio que ocurriría en la misma sede policial a los 15 minutos de su aviso.
“Me dejó un papel con su número por si cuando yo llegara y no había nadie, lo llamara”, contó.
No hubo, como la vez anterior, una citación oficial que dijera porqué estaba siendo citada o de qué estaba acusada.
En la citación de la semana pasada la acusación hablaba de un delito contra la seguridad del Estado, detalle que pareció peculiar a Mariño teniendo en cuenta que nunca antes había sido llamado por su nombre el supuesto delito del que acusan a todos los integrantes de La Hora de Cuba.
Pese a la ilegalidad de la citación y a las recomendaciones de otros, la periodista decidió acudir al encuentro.
“Es que si no es hoy será cualquier otro día”, dice resignada Mariño cansada del acoso constante.
Cuando llegó a la estación de policía de Avellaneda, la cachearon dos veces en busca de un teléfono móvil “el policía de la entrada y luego la capitana Yanet Díaz, quien estuviera a cargo del ‘encuentro’, pero el teléfono que ellos buscaban ya ellos mismos me lo rompieron cuando me fueron a ver a la Academia de Arte donde trabajo”.
Según describe, el interrogatorio fue un inventario de su escritura. “Me preguntó cosas como: ¿Cuántos artículos has hecho? ¿A cuántas personas has entrevistado? ¿Cuántas te han dado fotos…?”
Le hicieron saber además que la entrevista “no era como las anteriores que me estaban haciendo una advertencia, sino que esta era oficial y que ella estaba haciendo ya el procedimiento, levantando acta por el cargo de ‘usurpación de capacidad legal’, por yo hacer entrevistas en la calle por no tener ninguna acreditación o sin tener un título”, cuenta Mariño.
La supuesta capitana Yanet Díaz le hizo otras preguntas de carácter personal que ella misma seguía respondiendo y le confirmó que “sería ella quien se encargaría de su caso y del de (Henry) Constantín y Sol (García) Basulto”, el resto del colectivo de la revista La Hora de Cuba, quienes han sufrido el acoso policial durante más de un año.
Tanto Sol García Basulto como Henry Contantín tienen abierto un proceso de investigación por el mismo cargo por el que acaba de ser acusada Iris Mariño.
“Yo no me alarmaría si dentro de un tiempo me llaman porque esa es una acusación que pesa sobre mí”, confiesa Mariño. Aunque a ninguno de los tres se les ha notificado si serán encausados o no, la periodista teme que los juzguen por ejercer su derecho de “recibir y trasmitir información”.