LA HABANA, Cuba. – “Los azotados con el DL [Decreto Ley] 370, la Ley Azote, conscientes de que informar, opinar y expresarse libremente no constituyen delitos, y de que las leyes injustas se deben cambiar, no acatar, disponemos que, a partir de este momento, nos negamos a pagar las multas derivadas de la aplicación de esta norma y todas aquellas que violen nuestros derechos humanos”.
Así convinieron varios periodistas, artistas y activistas cubanos en una Declaración contra la Ley Azote que dieron a conocer este domingo.
Iliana Hernández Cardosa, Lázara Eumelia Ayllon Reyes, Boris González Arenas, Yeris Curbelo Aguilera, Karelia Contreras Manzano, Camila Acosta Rodríguez, Jiordan Marrero Huerta, Ovidio Martín Castellanos, Diosbani Zalazar Rodríguez, Esteban Rodríguez López, Henry Couto Guzmán, Luis Manuel Otero Alcántara, Tania Brugueras Fernández, Ángel Santiesteban Prats, José Raúl Gallego Ramos, Laritza Diversent Cámbara , Omara Isabel Ruiz Urquiola, Moisés Leonardo Rodríguez e Iván García Quintero fueron los firmantes iniciales del documento.
“Por ´pensar y hablar sin hipocresía´ los cubanos estamos siendo hostigados y corremos peligro de contagio por el COVID-19, así como de ir a prisión”, manifestaron.
En el documento, los firmantes denuncian el hostigamiento de los agentes de la Seguridad del Estado (SE) y la arbitraria aplicación del DL 370, en virtud del cual han sido multados y amenazados más de una docena de actores de la sociedad civil independiente.
“El motivo ha sido las publicaciones en redes sociales que reflejan esa parte de la realidad cubana que el régimen intenta minimizar u ocultar”, explicaron. Asimismo, evidenciaron que el asedio se ha intensificado durante la crisis del COVID-19 y que la SE “ha obligado incluso a los sancionados a abandonar el aislamiento social pues constantemente cita a interrogatorios policiales”.
Entre las exigencias se hallan: la eliminación del Artículo 68, inciso i), del Decreto-Ley 370; la anulación de todas las multas impuestas; la devolución del dinero a los que han pagado las multas en virtud de esta norma, así como los equipos confiscados; el respeto a los derechos humanos de los ciudadanos cubanos; la liberación inmediata del periodista de CubaNet Roberto Jesús Quiñones; y el otorgamiento de personalidad jurídica a la prensa independiente.
El DL 370, más conocido como Ley Azote, entró en vigor el 4 de julio de 2019 y en enero de 2020 se comenzó a hacer uso de sus disposiciones de censura, cuando fuera allanada la vivienda de la reportera de CiberCuba Iliana Hernández. Desde entonces, más de una docena de periodistas y actores de la sociedad civil independiente han sido multados, a algunos se les ha decomisado equipos de trabajo y varios han sido intimidados.
Según el texto, es el inciso i, del artículo 68, el que amenaza la libertad de expresión pues establece que se considera una contravención asociada a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones: difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas.
No obstante, dicho DL viola el artículo 54 de la Constitución de la República de Cuba, la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los cuales reconocen la libertad de opinión y expresión.
“El DL 370 es el escarmiento ‒refiere el texto‒ la ejecución pública de aquellos con criterios propios, a quienes intenta quebrantar, ya sea obligándolos a desistir de sus denuncias u opiniones, o a abandonar el país. El excesivo monto de las multas (120 dólares, cuando un salario mínimo es de 16 dólares mensuales) haría temblar las rodillas a cualquier ciudadano, porque pocos cubanos podrían disponer de tales recursos”.
De igual forma, los autores recaban el respaldo de la comunidad internacional, “de todos aquellos que se identifiquen con la lucha por la libertad de opinión y expresión en Cuba”, para hacer frente a la censura.
“Sabemos que, al asumir esta postura, sobre nosotros caerá la furia de un sistema con resoluciones legales, pero espurias; y que corremos el riesgo de ir a prisión. Estamos conscientes de las consecuencias de nuestros actos y estamos dispuestos a asumirlas, guiados siempre por el ideario de José Martí: El respeto a la libertad y al pensamiento ajenos, aun del ente más infeliz, es mi fanatismo: si muero, o me matan, será por eso”.
La Declaración contra la Ley Azote se halla en Avaaz, disponible para todos aquellos que decidan firmarla.
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