SAN LUIS POTOSÍ, México.- Durante el debate de la Comisión Agroalimentaria en la Asamblea Nacional del Poder Popular, trascendió que, en aras de avanzar con el cumplimiento de la deficiente zafra azucarera, incorporaron a los presos cubanos.
Así lo expresó el diputado Amaury Depestre, de la provincia de Cienfuegos, director del central 14 de julio, quien argumentó que, debido a la “migración en el sector”, recurrieron a “mano de obra” distinta de la que trabajaba en la zafra.
Según explicó, para concluir la labor y cumplir el plan tuvieron que buscar “personal extra”, entre ellos 113 reclusos.
“Hay que trabajar en conjunto, los Gobiernos, el Partido, los centrales. Todos debemos buscar soluciones para desarrollar la zafra. Debemos unirnos desde ahora para la próxima”, dijo.
Varios diputados, entre ellos, el del municipio Remedios, de la provincia de Villa Clara, aludieron a la fluctuación del personal como uno de los problemas que incidió en la desastrosa zafra azucarera 2023-2024.
Alegó, a su vez, que deben incentivar, no solo con el salario, a los trabajadores, y “comprometerlos”.
“La parte monetaria influye mucho, pero también la atención. A veces uno puede resolverle problemas a los trabajadores, que pueden influir en su rendimiento”, comentó.
Durante la zafra, unas 750.000 toneladas fueron afectadas; 16.000 hectáreas no se cortaron y quedaron en los campos.
“No se logró cumplir en la mayoría de las empresas agroindustriales con las medidas organizativas para asegurar la tarea diaria y los niveles productivos, mezclándose problemas subjetivos con limitaciones reales de carencias, lo cual revela indisciplinas y falta de exigencia de presidentes de cooperativas y jefes de áreas en la industria”, comentó Julio García Pérez, presidente de Azcuba.
A poco más de un mes de iniciar la zafra azucarera de 2023-2024, la mayoría de los centrales cubanos se tenían que someter a reparaciones de sus decadentes maquinarias.
Ninguno estaba listo para la molienda. Los arreglos de los desvencijados aparatos no se acercaban a un fin y no podrían arrancar con la molienda el 25 de noviembre.
Únicamente la mitad de los centrales azucareros cubanos estuvieron activos para la zafra.
La baja disponibilidad de combustible y “las dificultades provocadas por las inclemencias del tiempo que han retardado los cortes” incidieron también en los retrasos en la molienda.
Aunque los funcionarios aseguraron que el azúcar de la canasta básica estaría garantizada, la zafra inició como un fracaso.
Julio García Pérez, presidente del Grupo Azucarero Azcuba, señaló que varias empresas azucareras estaban operando con pérdidas, lo que ponía en riesgo el cumplimiento del plan de producción de azúcar y su distribución a la canasta familiar, en medio de un escenario de incumplimientos que afectan directamente “el bienestar” de la población.
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