MIAMI, Estados Unidos. — El régimen cubano movilizó avionetas M-18, pertenecientes a la Empresa Nacional de Servicios Aéreos, hacia la provincia de Holguín para intentar contener el incendio de grandes proporciones que afecta a la zona montañosa de Pinares de Mayarí.
La agencia estatal Prensa Latina informó este jueves que una flota de esas aeronaves, conocidas como “dromedarios”, comenzaron a sobrevolar las profundidades del Parque Nacional Mensura Piloto para intentar sofocar el siniestro, que continúa fuera de control.
El PZL-Mielec M-18 Dromader es un avión monomotor agrícola diseñado y fabricado en Polonia por la compañía PZL-Mielec. Posee ala alta y cabina abierta y se utiliza principalmente para la fumigación de cultivos y la extinción de incendios. Se trata de avionetas que pueden transportar hasta 2 100 litros de líquido y que pueden ser equipadas con varios tipos de sistemas de pulverización. La aeronave posee una velocidad máxima de alrededor de 255 kilómetros por hora (km/h) y una autonomía de vuelo de aproximadamente 1 000 km.
Prensa Latina indica que desde el pasado sábado equipos del Cuerpo de Guardabosques, Bomberos, de la Empresa Agroforestal de Mayarí y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) trabajan junto a otros voluntarios para controlar el siniestro.
La movilización de fuerzas de varias provincias ha permitido resguardar el orquideario, el Centro de Investigaciones para la Montaña, el hotel Villa Pinares de Mayarí y comunidades cercanas. Sin embargo, se cuantifican numerosos daños a la flora y la fauna, sobre todo en el sendero La Sabina, devorado casi totalmente por el fuego.
Wilder Carmenate, director del Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales de Holguín, aseguró al medio estatal que la recuperación de las zonas afectadas por el incendio podría tomar años y no descartó la posibilidad de que se pierdan especies endémicas, algunas de ellas amenazadas o en peligro de extinción.
El incendio de grandes proporciones se desató el pasado sábado en la zona montañosa de Pinares de Mayarí, una de las áreas con mayor biodiversidad de la región caribeña y con importantes números de especies de la flora y fauna endémica del país.
Hasta este miércoles las autoridades cubanas contabilizaban más de 600 hectáreas afectadas de esa área natural protegida.