MIAMI, Estados Unidos. — El régimen cubano salió al paso este jueves de la información publicada por el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) sobre la instalación por parte de China de una estación de ‘monitoreo electrónico’ en la Isla caribeña.
En una declaración oficial, el vicecanciller cubano Carlos Fernández Cossio calificó de “mendaz e infundada” la publicación de WSJ, que advierte sobre la existencia de un acuerdo entre ambos países en materia militar para la instalación de una supuesta base de espionaje.
“Con independencia de los derechos soberanos que tiene Cuba en materia de defensa, nuestro país es firmante de la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, suscrita en La Habana, en enero de 2014. En virtud de ella, rechazamos toda presencia militar foránea en América Latina y el Caribe, incluida la de numerosas bases y efectivos militares de los Estados Unidos, en especial en la base militar que ilegalmente ocupa una porción del territorio nacional en la provincia de Guantánamo”, expresa el comunicado leído por el funcionario cubano.
El texto señala que “calumnias de este tipo” van en la misma línea de “los ataques acústicos contra personal diplomático estadounidense, la falsedad sobre una inexistente presencia militar cubana en Venezuela y la mentira sobre la existencia imaginaria de laboratorios de armas biológicas”.
La declaración expresa que, en todos los casos, se trata de “falacias promovidas con la pérfida intención de justificar el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo, la desestabilización y la agresión contra Cuba y de engañar a la opinión pública de los Estados Unidos y del mundo”.
“La hostilidad de los Estados Unidos contra Cuba y las medidas extremas y crueles que provocan daño humanitario y castigan al pueblo cubano no pueden justificarse de manera alguna”, añade la declaración.
Contrario a la versión de La Habana, el WSJ asegura que la información recopilada sobre los planes para la estación en Cuba es reciente y convincente.
Asimismo, el rotativo indica que los funcionarios consultados indicaron que la estación de monitoreo permitiría a China llevar a cabo inteligencia de señales, incluyendo correos electrónicos, llamadas telefónicas y transmisión vía satélite.
No es primera vez que el régimen cubano niega información que deja en evidencia sus intereses geoestratégicos, una práctica que comenzó desde la década de los sesenta del pasado siglo, y que se ha mantenido casi hasta la actualidad.
En su momento, tanto Fidel Castro como la Unión Soviética negaron la existencia de cohetes nucleares en la Isla, hecho que revelado posteriormente por información de inteligencia y que terminaría desatando la crisis de los misiles.
Por décadas, La Habana también ha intentado desmentir acusaciones que han sido confirmadas con el paso de los años, como el entrenamiento y financiamiento a guerrillas latinoamericanas y, más recientemente, la presencia de personal militar en Venezuela, hecho este último que ha sido documentado por exfuncionarios del régimen chavista y por los propios cubanos que han cumplido misión en el país suramericano.