MIAMI, Estados Unidos. – El influencer cubano Yoandi Montiel Hernández, mejor conocido como El Gato de Cuba, conoció el pasado lunes que las autoridades del régimen le habían impuesto una prohibición de salida del país, una medida conocida de manera eufemística como “regulación”.
Durante una transmisión en vivo de Facebook, el martes, Montiel Hernández relató su experiencia al intentar obtener un pasaporte. “Ayer fui a hacerme el pasaporte, porque estos muchachos [Seguridad del Estado] me están sofocando y diciéndome que saque el pasaporte, que me vaya. Pero cuando voy, me dicen que estoy regulado”, explicó.
Después de presentarse en la oficina del Carnet de Identidad de Luyanó, La Habana, Montiel Hernández se dirigió a la oficina de Migración. Durante su trayecto, fue abordado por presuntos agentes de la Policía política en un coche Lada verde que le indicaron que le ayudarían con el trámite del pasaporte. En lugar de eso, fue llevado a la estación policial de Siboney.
“No me quieren dejar salir porque dicen que estoy regulado. Vamos a ver si esta semana me resuelven, para ver si me voy para donde sea, porque me tienen la vida hecha un yogurt. Está feo, me amenazaron”, agregó Montiel Hernández durante su transmisión.
https://youtu.be/WgzPIaYWLTw
El Gato de Cuba fue puesto en libertad el pasado 5 de abril, tras cumplir dos años de condena por el presunto delito de desacato.
Tras su salida de la cárcel, el influencer aseguró que la prisión, aunque fue dura, no lo cambió. “Esa gente [las autoridades represivas cubanas] se pensaron que iban a apagar a uno y no me apagaron. (…) Al Gato no lo cambió nadie. Salí siendo el mismo”, dijo en ese momento en otra transmisión de Facebook.
El Gato de Cuba había sido detenido en abril de 2021 y conducido a Villa Marista, cuartel general de la Seguridad del Estado en la Isla. Posteriormente, fue trasladado a la prisión de Valle Grande. Estando en este penal realizó una huelga de hambre en protesta por los abusos contra los reos.
Tras más de un año en Valle Grande, en octubre del 2022 fue trasladado al campamento para reclusos Toledo II, una prisión laboral cercana al Wajay, en el municipio Boyeros.
Anterior al traslado, su madre, María Hernández Álvarez, dio a conocer que El Gato de Cuba pudo haber recibido la libertad condicional desde el mes de agosto de 2022, pero la Seguridad del Estado lo chantajeó con no permitírselo hasta que hiciera un video pidiendo a los cubanos no salir a protestar, a lo que se negó.