MIAMI, Estados Unidos. — Marbelis Vázquez Hernández, esposa del manifestante del 11 de julio de 2021 (11J) Daniel Joel Cárdenas Díaz, denunció la difícil situación que enfrentan ella y sus hijos desde que el recluso se encuentra en prisión.
En un testimonio exclusivo para CubaNet, la mujer expuso diferentes cuestiones que van desde el elevado costo del transporte hacia la prisión de Agüica (Matanzas) hasta la insalubridad y escasez de medicamentos en un hospital en el que tuvo que llevar a una de sus hijas.
“Hice una directa diciendo que mi hija y mi niño no iban más a la escuela mientras la situación de mi esposo no la resolvieran y lo llevaran para una prisión más cerca y yo no tuviera que pagar 15.000 pesos por un viaje para que mis hijos puedan ir a verlo”, señaló Vázquez Hernández.
La esposa del preso político indicó que las autoridades de la provincia quisieron ponerla “a trabajar limpiando en un hospital por 2.100 pesos”, a lo que se negó rotundamente.
“Les dije que yo no iba a limpiar un hospital porque yo no iba a traer a mi casa un virus. En este país no hay medicamentos, no hay alimentos, no hay nada, y que por 2.100 pesos yo no iba a hacer eso. Y se lo dije a la del Partido: ´con 2.100 pesos yo no puedo comprarle un paquete de pollo a tu cuñada, que me lo vende en 3.800 pesos, para que mi hijo pueda comer”, explicó.
“Desde que mi esposo está en esa prisión quede sola con tres niños menores de edad: mis mellizos de tres años y una de 12 años, por lo que he tenido que enfrentar toda esta situación sola”, lamentó la mujer.
Asimismo, Marbelis Vázquez Hernández, indicó que su hija fue diagnosticada con un virus y que se mantuvo ingresada en un hospital sin condiciones.
“La traje al hospital y después de una hora para poder ver al médico le mandaron unos análisis. Después de otra hora más para que le hicieran los análisis, los análisis le dieron positivo, tiene un posible virus, según ellos, que es como una COVID-19”.
La esposa del recluso sostuvo, además, que debido al padecimiento de su hijo tuvo que dejar a sus otros dos niños con otra familia.
“Quiero decir y denunciar que la higiene es pésima, los baños están asquerosísimos, no se puede uno ni ir al baño, ahorita a la niña me le dio fiebre, le dije a la doctora que le prestara un termómetro y me dijo que no había termómetro, porque el termómetro se había roto por la mañana y le dije que le pusieran una duralgina y no hay duralgina”.
Por último, la mujer dijo haber sido víctima de un acto de repudio ya que en la madrugada abrió la puerta de su casa tras escuchar unos golpes y “el piso estaba lleno de mierda”.
“Esto se trata de una maniobra de la Seguridad del Estado, que son los encargados de hacer todos estos crímenes que han hecho con la familias, porque ya no tienen como callarnos. Pero nunca nos van a callar, porque mientras mi esposo este preso injustamente yo voy a hacer su voz hasta que no sean libres él y todo los presos políticos. No nos vamos a callar porque no tenemos miedo”, apuntó.