MIAMI, Estados Unidos.- La desaparición de 13 balseros cubanos de un pequeño poblado al oeste de La Habana continúa sin ser esclarecida, a más de un año de que los migrantes se despidieran de sus familiares.
Reporta El Nuevo Herald que en la pequeña localidad de Modesto Serrano, en Artemisa, sus 1 300 habitantes “no duermen ni comen” pensando en la suerte que habrán tenido los que se fueron.
El diario habló con la madre de uno de los desaparecidos. Juana Chiroles mantiene la esperanza de que su hijo, Alien Quintana Chirones, de 32 años, está vivo y regresará a casa.
Sus sobrinos Julián y Ronaldo Chiroles, de 36 y 26 años respectivamente, también están entre los desaparecidos para cuyos casos las autoridades no tienen respuesta.
Los jóvenes partieron a fines de diciembre de 2015, cuando se hallaba vigente todavía la política de “pies secos, pies mojados”.
Desde el fin de esa disposición, en enero de este año, la Guardia Costera estadounidense solamente a interceptado a 100 cubanos que intentaban cruzar el Estrecho de la Florida. Durante todo 2016, los casos llegaron a 10 000.
Juana dice con tristeza que, luego de una semana de haberse ido el grupo, “la gente comenzó a comentar que habían llegado a la Florida”.
“Después supimos que era mentira”, añadió. La mujer ha hecho cuanto ha podido para contactar a la Guardia Costera de EE.UU.
Además del hijo de Juana Chiroles y sus sobrinos, en la embarcación viajaban Orlando Santos Lazo, de 45 años; Alberto Rodríguez Beltrán, de 27 años; Yariel Alzola Cid, de 27 años; Leandro Évora Salazar, de 41 años; Ailetis Llanes Padrón, de 33 años; Eduardo Cano González, de 40 años; Wilson González Piloto, de 26 años; Yordan Ramos Hernández, de 27 años; Dariel Mesa Arteaga y Luis Arrastria.
Chiroles detalló que “un mes antes de que partieran, una embarcación similar con gente del mismo pueblo llegó a Miami. Eso fue lo que les perturbó la cabeza y se fueron ilusionados pensando que también correrían con la misma suerte”.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza dijo que no posee registros donde figuren los desaparecidos. La Guardia Costera tampoco conoce de estos balseros.
En tanto, Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, ha declarado que “es muy dramático lo que viven los familiares de los balseros. Hemos tenido centenares de denuncias de desapariciones no resueltas”.
“Le hemos pedido al Gobierno de Estados Unidos que se establezca un protocolo para identificar los cadáveres. Hasta el momento no existe y los cuerpos permanecen en las morgues sin identificar hasta que son enterrados en fosas comunes”, dice el líder de la organización de exiliados, encargada de ayudar a sus compatriotas.
Sánchez afirma que luego del fin de “pies secos, pies mojados” el número de casos que su organización ayuda ha disminuido dramáticamente. Sin embargo, se muestra preocupado porque la causa por la cual los cubanos escapan de su país permanece.
“El presidente Obama creó la figura del balsero indocumentado cubano, que no dará la cara porque tiene miedo a ser deportado. Sabemos que en Cuba existe una dictadura, esa es la causa por la cual los cubanos escapan y no se ha solucionado”, dice.