LA HABANA.- No hace mucho la viceministra del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), Ileana Núñez Mordoche, ofreció declaraciones a la agencia Prensa Latina (recogidas en el periódico Granma, “Nexos económicos Cuba-Bolivia, complementariedad e integración”, edición del 21 de marzo), en las que se refirió a conversaciones que sostuvo con funcionarios bolivianos con vistas a incrementar los vínculos económicos de Cuba con ese país andino.
Esas conversaciones se celebraron como parte de la creación de un grupo de trabajo entre ambos países a fines de mayo de 2017, ocasión en la que Miguel Díaz-Canel y Evo Morales reafirmaron la intención de trabajar en pro de la complementariedad económica y la integración latinoamericana y caribeña.
Mas, al margen del pronunciamiento oficial, resalta la fecha en que surgió el referido grupo de trabajo. Porque a mediados de 2017 ya había estadísticas disponibles que reflejaban cómo habían disminuido en el 2016 los vínculos comerciales de Cuba con Venezuela y Ecuador, otros de los pilares de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Según cifras aportadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), el intercambio de bienes entre Cuba y Venezuela en 2016 disminuyó un 47% con respecto al 2015; en el caso de Ecuador, la caída fue del 43%. Y si analizamos los vínculos comerciales de Cuba con Nicaragua, el otro de los componentes importantes del ALBA, apreciamos que durante el sexenio 2011-2016 su monto ha sido insignificante, pues queda por debajo del intercambio cubano con la mayoría de las naciones de nuestro continente.
Con respecto a la mencionada complementariedad de las economías de Cuba y Bolivia, la Viceministra del MINCEX afirmó que “En el largo plazo esperamos disponer de complementariedades económicas y productivas que sirvan de base y sustento al fortalecimiento de las históricas relaciones bilaterales de hermandad y solidaridad entre nuestros gobiernos y pueblos”.
O sea, un reconocimiento tácito de que en la actualidad no existe complementariedad entre ambas economías, pues en lo fundamental exportan e importan los mismos tipos de productos. Es decir, venden productos primarios y compran equipamiento y productos manufacturados.
Por otra parte, no resulta ocioso recordar que en años recientes el comercio de bienes entre Cuba y Bolivia tampoco ha alcanzado cotas significativas. Incluso ha sido inferior al intercambio de la isla con naciones menos afines políticamente, como los casos de Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá y Perú.
La señora Núñez Mordoche declaró a Prensa Latina que Cuba y Bolivia harán estudios conjuntos sobre multidestino turístico, y la isla facilitará su Zona Especial de Desarrollo Mariel para que la nación sudamericana se acerque al Caribe y Centroamérica. Además, La Habana presentó su cartera de oportunidades para la inversión extranjera 2017-2018.
Pero lo que no dijo la funcionaria cubana es que su gobierno busca afanosamente una contraparte segura en el seno del ALBA. Las dificultades que afronta Nicolás Maduro en Venezuela, así como la incógnita que significa la presencia de Lenín Moreno en Ecuador, les quitan el sueño a los gobernantes de la isla.