LA HABANA, Cuba.- Esta película ya va por su segunda parte. En 1987 vivimos la “estafa” gigantesca de las Casas del Oro y la Plata, que decían tenía el objetivo de captar divisas para la industrialización. Las familias que tenían en su poder joyas y reliquias muy valiosas las malvendieron en un momento en que el país estaba sumido en disímiles necesidades. Es la historia de cómo la sociedad cubana perdió millones de dólares, que por el timo de la dictadura los cambió por baratijas, con un papelito de por el medio.
También recordamos el CUC (peso cubano convertible), que Fidel Castro –en una de sus rabietas– inventó para hacerle competencia interna al dólar, que a la larga tuvo una gran influencia en el deterioro de la economía, pero como era una decisión de “La Piedra”, se hacía difícil cambiarla.
En estos momentos el mar que nos separa de los Estados Unidos de América, y que se ha tragado a tantos cubanos tratando de cruzarlo, se ha convertido en una CADECA (Casa de Cambio). Para “surcarlo” en dirección a la isla las personas tienen que haber convertido los dólares en otra divisa. Incluso si traen tarjetas de crédito o débito que funcionen en Cuba, y que estén en dólares, podrán usarlas para hacer pagos u obtener efectivo, pero en otra moneda que no sea el dólar.
Podemos llegar a pensar que quieren que sea el exilio, que lleva años manteniendo el país con sus remesas, el que les cambie los dólares en otras monedas fuertes como euros, libras esterlinas, dólares canadienses y australianos, pesos mexicanos, coronas danesas, suecas y noruegas, francos suizos o el yen japonés. Algo así como una operación de lavado de dinero.
A lo mejor las consecuencias son diferentes a lo esperado; y el No dólar se convierte en un No remesas, y No turismo. Pero aquellos que van a viajar al exterior sí podrán llevar dólares estadounidenses, lo que no se ha dicho si se va a poner un nuevo tope a la cantidad que se podrá sacar del país, ya que como no tiene valor de uso deberían no limitarlo.
Todo esto es muy conveniente, porque al final de mes (el 23 de junio) van a la ONU a discutir el problema del embargo y a llevar a cabo la votación rutinaria, y tienen como pretexto que no se les permite desarrollar la economía; aunque hay que decir que el argumento del bloqueo cada vez va perdiendo más credibilidad en una economía colapsada, a lo que ha contribuido la “Tarea Ordenamiento”.
Una de las grandes esperanzas la tenían puesta en la venta de los aún candidatos vacunales, con los cuales quieren inyectar –de forma irresponsable– a los niños. Después que los países con las economías más desarrolladas del mundo (léase G-7) acordaron donar mil millones de vacunas contra el virus chino a países pobres no parece posible que se puedan vender la Soberana 2 y la Abdala.
Si del dólar se trata, habría que recordar la intervención televisiva del ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, cuando planteó; “…para nada, que lo mismo que hoy vendemos en CUC se quite de ahí y se empiece a vender en dólares, y que no haya oferta, y que el que no tenga dólares sencillamente no come, eso no es Cuba, ni lo será”.
Aunque la mayoría de los productos ya fueron llevados para las tiendas de Moneda Libremente Convertible (MLC), incluyendo los cigarros, este planteamiento del ministro de Economía en estos momentos se hizo cierto. Ahora para poder comer hay que tener cualquier otra moneda dura; quizás la que más se vaya a usar sea el euro y aparezca la frase “eurorización de la economía”.
Por otra parte, no se debe dejar de mencionar en todo este intríngulis la problemática relacionada con la deuda del Club de París, que se encuentra en situación de impago. Se debe haber pactado alguna adecuación con el vice primer ministro Ricardo Cabrisas en su reciente visita a Francia; porque ya en 2015 esta entidad financiera le condonó a la dictadura 8.5 mil millones de dólares de una deuda de 11 mil millones, con el compromiso de pago de lo restante hasta 2023. Pero hay que recordar que en 2019 y 2020 el régimen se declaró incapaz de asumir la cuota en su totalidad, y para esta obligación necesitan moneda dura.
En fin, cuando usted analiza por todo lo que ha pasado esta sociedad se percata que es muy difícil que en otro lugar del mundo pueda haber ocurrido algo semejante. El pueblo cubano ha estado chantajeado por la dictadura en todo momento. El Estado pasó de ser el legítimo monopolio de la violencia, al legítimo monopolio de todo, y ahora se ha convertido en el monopolio de las personas, incluyendo los cubanos en el exilio.
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