LA HABANA, Cuba. – Miguel Díaz-Canel, su acicalada esposa y la delegación fueron captados en recorrido por monumentos políticos y sitios turísticos de Bielorrusia y Azerbaiyán. Mientras, los cubanos continúan sometidos a mayores privaciones debido a las medidas aplicadas a raíz de la “situación coyuntural” anunciada por el gobernante el pasado mes de septiembre.
El sucesor de Raúl Castro se estrenó en la palestra internacional como Presidente de la República de Cuba durante la XVIII Conferencia Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), celebrada el 24 y 25 de octubre en Azerbaiyán. Llegó al país asiático procedente de Bielorrusia, donde había realizado una visita oficial el 22 y 23.
Las granjas y los mercados agropecuarios, las grandes empresas estatales, privadas o cooperativas, las PYMES y las conversaciones con los artífices de la economía socialista de mercado, necesarias experiencias para la apertura en Cuba, estuvieron ausentes del periplo presidencial, o al menos no se plasmaron en los medios nacionales.
La población esperaba urgente asistencia, pero parece que el presidente no conmovió a los grandes amigos, conocedores de la capacidad de los dirigentes cubanos para derrochar bienes ajenos y no pagar. La ventaja de esta crisis podría ser el fin de la dependencia externa y del sistema socialista planificado.
Díaz-Canel fue acogido por los homólogos de ambos países, atados a la Unión Soviética hasta 1992, e integrantes de la Comunidad de Estados Independientes, con férreos regímenes políticos. Bielorrusia está muy ligada a Rusia. El mandatario isleño se desplazó por suntuosas avenidas, entre deslumbrantes rascacielos construidos en los últimos 27 años, especialmente en Bakú, capital de Azerbaiyán. El florecimiento urbanístico fue consecuencia del pujante desarrollo económico, derivado de la explotación del petróleo, gas y otros recursos naturales con grandes empresas transnacionales y estimular los emprendimientos privados autóctonos.
En Bielorrusia, el presidente Lukashenko, en el poder desde 1994, tuvo amplia deferencia hacia el presidente cubano. Ambos suscribieron una Declaración Conjunta sobre los propósitos de desarrollar la relación política, comercial, económica, industrial, agrícola, educativa y científico-tecnológica. El anfitrión, quien visitó Cuba en 2012, expresó la necesidad de aumentar el comercio, que en 2018 solo alcanzó exportaciones de Bielorrusia por 15,3 millones de dólares e importaciones por 1,6 millones de dólares, según datos oficiales bielorrusos. Con vista a su próxima visita a Cuba, dijo que elaborarán una hoja de ruta para la cooperación, anunció la decisión de otorgar préstamos por 30 millones de Euros para financiar los suministros de maquinarias en los términos más favorables no solo en la agricultura, así como se estudia la producción conjunta de electrodomésticos.
La delegación cubana estuvo integrada por el vicepresidente Ricardo Cabrizas, el ministro de Agricultura Gustavo Rodríguez Rollero, la presidenta del Banco Central, Irma Martínez, el presidente de BioCubaFarma Eduardo Martínez, y los viceministros de Relaciones Exteriores, Rogelio Sierra, y de Salud Pública, Marcia Cobas.
En presencia de los mandatarios, se firmó un memorando de entendimiento entre los ministerios de Justicia, un programa de colaboración en educación superior para 2019-2021, un programa de colaboración científico-técnica para 2020-2022, y un programa de intercambio entre las agencias Prensa Latina y Belta. Las informaciones de los medios cubanos no detallaban el contenido de los documentos.
Probablemente resultó provechoso el recorrido y las conversaciones en el inmenso Parque Industrial Gran Piedra, una cooperación chino-azerí, con objetivos similares a la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), al constituir un ejemplo de los logros aportados por la economía de mercado y la agilidad en las tramitaciones para estimular las inversiones extranjeras. Los ejecutivos invitaron a empresas cubanas para instalarse allí, y Díaz-Canel señaló la posibilidad de asentar la industria biotecnológica, lo que llama la atención teniendo en cuenta la necesidad de atraer las inversiones extranjeras hacia Cuba.
En Azerbaiyán, Díaz-Canel realizó la primera visita de un presidente cubano, aunque había estado como primer vicepresidente en 2016. El comenzó la estancia con un tributo al “padre de la nación azerí contemporánea” Heydar Aliyev, quien fue Mayor General de la KGB (Seguridad del Estado), miembro del Buró Político del Partido Comunista de la Unión Soviética y viceprimer ministro de la URSS hasta su renuncia en 1987 por ser contrario a la política de Gorbachov. En 1993 ascendió a presidente de Azerbaiyán hasta su fallecimiento en 2003, cuando fue sucedido por su hijo y actual presidente. Ilham Aliyev se reunió con Díaz-Canel cuarenta minutos, según los medios cubanos, pero no se anunciaron más conversaciones bilaterales, pues el objetivo fundamental era participar en la conferencia del MNOAL. Integraron la delegación Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores y Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera.
Esta fue la primera cumbre de Díaz-Canel como Presidente de la República. Allí leyó su discurso con énfasis en las medidas de la Administración Trump para el afianzamiento del embargo comercial y financiero a Cuba, y el apoyo a Venezuela, Nicaragua y Bolivia. El evento se desarrolló de la manera tradicional, bajo el lema “Defendiendo los Principios de Bandung para asegurar una respuesta adecuada y concertada a los desafíos del mundo contemporáneo”.
La conferencia contó con la participación de los 120 miembros, 27 observadores y 10 invitados. Una inmensa Declaración Final y varias resoluciones fueron aprobadas. El MNOAL ha perdurado desde su fundación en Belgrado, en 1961, mediante el Buró de Coordinación y las conferencias temáticas y ministeriales, por la adaptación a las transformaciones internacionales con el fin de la Guerra Fría, y la utilidad para intercambiar votos de apoyo en temas específicos o defenderse en los organismos internacionales.
El mandatario cubano llegó a Rusia en visita de trabajo este 27 de octubre y se reuniría con Vladimir Putin el día 29, según anunció la parte rusa.
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