LA HABANA, Cuba.- Durante casi una semana estuvieron reunidas las Comisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, previo al 3er Período Ordinario de Sesiones de la 9na Legislatura. Resalta en todas las informaciones que se dan a conocer de forma pública el lenguaje futurista que tienen los dirigentes. Para nada se habla del pasado mal hecho, ni del presente sin solución, todo se deja para correr de lugar la línea del horizonte e ir ganando tiempo, con el mismo mensaje e igual retórica que en períodos anteriores. No hay dudas de que se está proponiendo una continuidad del sistema, casi ni es necesario repetirlo tanto.
Para colmo, se anunció también que sesionó el X Pleno del Comité Central del Partido Comunista, con una escueta nota en el Órgano Oficial de esa organización, el periódico Granma. Los temas que se discutieron se plantea que fueron objeto de debate en la Asamblea Nacional y el pueblo tendrá una detallada explicación de los mismos. Parte del secretismo estatal que ha venido funcionando durante estos 60 años.
Se conoce que se aprobaron tres nuevas leyes: Electoral, de los Símbolos Nacionales y de Pesca. En el caso de la primera, era imprescindible para que juegue con lo que está legislado en la nueva Constitución del país.
De todas estas discusiones que se pueden considerar baldías, porque pasa un período y otro de sesiones y no se arreglan los problemas, habría que destacar la Ley de Símbolos Nacionales, que ya existía junto con su Reglamento (Ley No. 42/83), pero que no se hacía cumplir. En particular tengo más de 50 visitas hechas a lugares estatales, incluyendo la temible Villa Maristas de la Seguridad del Estado, donde la bandera cubana estaba ondeando al revés.
En mi época de estudiante, hace ya unos cuantos años, los símbolos patrios eran respetados y conocidos por todos los alumnos. La bandera nacional estaba en cada patio de las escuelas y antes de entrar al aula se formaban los alumnos y cantaban el Himno. La actual legislación establece ̶ como algo a destacar ̶ el Artículo 71, que tiene implícita la obligación de incorporar a los planes de estudio “el conocimiento y respeto a esos símbolos nacionales”. Parece como si en la nueva Ley se estuviera descubriendo la “leche condensada”, que existe, pero que hace muchos años que no la distribuyen por la libreta de abastecimientos.
Si no fuera tan triste, daría a risa, que después de 60 años en el poder la dictadura esté exigiendo que se estudien en las escuelas los símbolos patrios.
Alguien al que conocen muy bien los que navegan en Internet, el diputado por el municipio de Sagua de Tánamo, en la provincia de Holguín, Yusuam Palacios ̶ difícil de olvidar, no por su malformación física, pero por sus crueles expresiones contra los que no piensan igual que él ̶ tuvo la represión en sus palabras durante la discusión de la Ley, cuando recordó que la vulneración y el ultraje están recogidos en los códigos penales, refiriéndose a la posibilidad de que los estudiantes extranjeros en el país no presten atención a la obligación de respetar los símbolos patrios. En el argot deportivo se diría que él se vira para cualquier base.
Mientras, el Artículo 24 del Reglamento de la Ley que se modifica decía que se prohibía usar la bandera como parte del vestuario, la actual legislación en su Artículo 80 plantea que cuando los símbolos patrios son usados en prendas de vestir, objetos, obras de arte y escritos, se utilizarán con el mayor respeto y decoro. “En prendas de vestir deben ir situados al frente o lateral de las mismas, en forma de gallardete o cinta en la parte superior frontal de pantalones o sayas y no formar parte de pañuelos de bolsillo, ropa interior, de baño o toallas, delantales y calzados”.
¿Cómo es posible legislar con todo ese detalle, cuando se conoce que después nadie va a hacer cumplir lo que se está estableciendo? La experiencia de la anterior legislación dice que casi nada de lo que estaba escrito en el reglamento se cumplía. Y es que los primeros en violar lo instituido son los propios ministros.
Se pueden poner muchos ejemplos, pero solo habría que mirar los uniformes que diseña el INDER (Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación) o los trajes tanto de hombre como de mujer que exhibe el ICRT (Instituto de Radio y Televisión) y el Ministerio de Cultura en sus artistas.
La experiencia de 60 años nos dice que después que salgan en la Gaceta Oficial las tres Leyes nuevas ̶ que es cuando entran en vigor ̶ el problema estará en quienes las controlan. No se puede olvidar que la dictadura tiene un lenguaje para adentro y otro para afuera. Se puede estar atento a las violaciones para ratificar que la falta de gobernabilidad, sin mucho análisis, es el plato fuerte que no se sirve en la mesa de los cubanos.