LA HABANA, Cuba.- En días pasados finalizó en el habanero centro expositor de Expocuba la V Feria de Negocios, un evento que según sus organizadores “sirve para propiciar que actores diversos de la economía cubana encuentren allí el escenario para promover ofertas y servicios, encuentren oportunidades y faciliten la gestión empresarial de cara a la elaboración del plan para el año 2019”.
Sin embargo, la realidad ha demostrado que el objetivo fundamental de estas Ferias es tratar de disminuir los inventarios ociosos que afectan el desempeño de la mayoría de las empresas cubanas. Es decir, que unas entidades adquieran, si los necesitan, los insumos y mercancías que duermen el sueño eterno en los almacenes de otras.
No obstante la importancia de esta tarea, fue baja la asistencia al evento. De un total de 1904 empresas estatales y 397 cooperativas no agropecuarias (CNA) existentes en el país —según cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) al cierre de 2016, pues aún no hay cifras del 2017 en este sentido—, solo asistieron 378 empresas y 10 CNA, lo que representan porcentajes del 19,9 y 2,5 respectivamente.
Con respecto a los trabajadores por cuenta propia, la participación en la Feria fue aún más baja. Solo tomaron parte en el evento tres cuentapropistas de los más de medio millón que laboran en el país. Claro que buena parte de la responsabilidad por la exigua presencia de cuentapropistas recae sobre las propias autoridades del país, pues según reconoció a Granma la especialista principal del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, Lesvia Justiz, “los inventarios ociosos no pueden ponerse a disposición de cuentapropistas y personas naturales”.
En el contexto de esta V Feria de Negocios la prensa oficialista repitió los argumentos que habitualmente expone para explicar el porqué de la existencia de inventarios ociosos en las empresas y entidades. Que si hay una mala planificación de los recursos, que si hay que llenar los almacenes cuando haya dinero para comprar los insumos por si después escasean los recursos monetarios, que si el “bloqueo” de Estados Unidos dificulta la llegada a tiempo de las materias primas…
Son razonamientos que, en general, vinculan únicamente los inventarios ociosos con la garantía de las materias primas e insumos que requieren los procesos productivos. Mas, se pasa por alto una información que trascendió durante las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular el pasado mes de diciembre: aproximadamente el 26% de los inventarios ociosos del país lo constituyen las mercancías listas para la venta y que no encuentran compradores.
Y he ahí, precisamente, una de las mayores deficiencias de las economías centralizadas, y que los gobernantes cubanos no acaban de concientizar: la necesidad de producir después de realizar estudios de mercado y aquilatar los gustos y preferencias de los consumidores.
Entonces, si consideramos la poca presencia en la Feria de empresas y cooperativas, y el no reconocimiento oficial de una de las causas principales de la existencia de inventarios ociosos, no es aventurado afirmar que, al menos en las mentes de empresarios, gobernantes y periodistas oficialistas, no hay claridad acerca de tan grave problema.