MIAMI, Florida, marzo, 173.203.82.38 -Vacíos están los estacionamientos de las iglesias los domingos. Los curas predican su doctrina Republicana anti-obamista apenas a los padres de alumnos que asisten a colegios parroquiales. Como un vendaval, el fervor religioso sacude a Miami. Joseph Ratzinger ha encontrado un pueblo que le adora y quiere vivir a plenitud su visita pastoral a Cuba. Se han anotado todos: ateos, babalawos, agnósticos y rumberos. Ha de suponerse que los cruceros musicales que animan Willy Chirino y Havana tomarán nueva ruta para la visita del baviero pontífice. Tendrán misa de día y salsa de noche. La Arquidiócesis de Miami le ha hecho la competencia a Mar Azul Travel y a Xiomara Almaguer. Sus “paquetes” incluyen misas y jineteros santificados.
Aterrizó Ratzinger en la isla cuando vive una crisis de legitimidad. La prensa ha publicado con sorna el perfume especial que ordenara a Silvana Casoli a base de verbena con toques cítricos y herbáceos. Se ha descubierto como en los años cincuenta la Iglesia holandesa apoyaba la castración como medida preventiva o terapéutica para la homosexualidad. Documentos firmados por monseñor Carlo Maria Vigano hechos públicos por la cadena Sette muestran la corrupción, malversación de fondos y nepotismo en el gobierno Vaticano. El portavoz Federico Lombardi, sin negar la veracidad de los hechos, simplemente se quejó de la divulgación de los mismos llamando el reportaje “desinformación”. En México, el alemán fue criticado severamente por no reunirse con las numerosas víctimas del corrupto e influyente clérigo pederasta Marcial Maciel, “legionario de Cristo”.
La Iglesia cubana ha violado la protección que el lugar santo ofrece a los disidentes y sin buscar puntos de negociación con los “ocupantes” que en nada afectaban la liturgia, mandó llamar las autoridades represivas gubernamentales para desalojarles. La decisión de Jaime Ortega y su canciller ha sido severamente criticada.
El gobierno ha comenzado una campaña de encarcelamientos relámpago contra las Damas y otros disidentes. Se busca evitar situaciones escabrosas durante las misas multitudinarias. Muchas de las integrantes del grupo, residentes en zonas rurales, se han visto frenadas por las autoridades en las estaciones de transporte público. Les prohíben viajar a La Habana o Santiago de Cuba.
El empresario Carlos Saladrigas que apoya en esta ocasión el viaje papal ha adquirido relieve como invitado a una reunión en Washington con exiliados “respetuosos”. La propia categoría es risible. La lista es de imaginarse: Nelson P. Valdés, Vivian Mannerud, el periodista Edmundo García, la agitadora y ex galerista Elena Freyre, el profesor Lisandro Pérez (invitado como experto a Casa de las Américas), el promotor y empresario Hugo Cancio. La agenda de la reunión (que comienza tras la visita de Joseph Aloisius) es previsible: la inversión privada en Cuba con miras a empresas mixtas con la Iglesia en colegios, universidades católicas, asilos y hospitales. Se baraja la opción que Saladrigas y otros capitalistas especuladores faciliten micropréstamos y microfinanzas a la pujante pequeña empresa cubana.
Desde la nouvelle riche Ella Fontanalls ex Cisneros que despidió el año en La Habana -toujours rival con la aristocrática Patricia Phelps de Cisneros- hasta la vieja oligarquía que utiliza artimañas para adquirir propiedades en Cuba, el carnaval ha comenzado. The Economist dedica un reportaje especial de treinta páginas a la transición cubana al capitalismo. Ratzinger y su comparsa cumplen doble función exploratoria y diplomática para poner en marcha proyectos mixtos con capital privado. Aliviarían las dificultades sociales (estrecheces alimentarias, farmacéuticas y con productos de primera necesidad) por las que atraviesa Cuba dados su deficiente modelo económico y la crisis financiera mundial. Una posible desaparición del generoso mecenas Hugo Chávez es una variable a considerar dentro de los factores económicos nacionales.
Ratzinger en Santiago de Cuba no es sino carnaval con máscaras. Miles de peregrinos cantando himnos cristianos en la cuna del guaguancó y la trova. Ochún es recristianizada. Invocan a la Virgen mambisa ante un pontífice sin tiempo para la disidencia pero –según se dio a conocer- dispuesto a hacer espacio en su calendario para saludar a Fidel Castro. Con su súbito viaje a La Habana es de esperar que Hugo Chávez reciba una bendición apostólica o al menos se haga una foto con el aromático vicario de Cristo.
Con los ritos y el protocolo -espectáculo- se van trazando estrategias y sondeando el porvenir. Para el líder de una institución transnacional, es de vital importancia asegurar la posición y el poder de sus entidades representativas. Para la empresa privada, la Iglesia es la mejor garantía de estabilidad a pesar de cualquier turbulencia política. Para el gobierno actual, la Iglesia y los empresarios facilitan la supervivencia. En este triángulo no hay espacio para disidentes. Otras serían las prioridades de aquel nazareno que sirvió de inspiración a Francisco de Asís y a Teresa de Calcuta.
JJSanchez@post.Harvard.edu
Justo J. Sánchez ha sido un galardonado periodista en Nueva York que recientemente ha publicado en EL LISTIN DIARIO. Aparece con frecuencia entrevistado en programas de televisión nacional y ha sido consultado por THE WALL STREET JOURNAL y NBC Nightly News. Sánchez ha ofrecido conferencias en importantes ferias de arte como Art Palm Beach y ha escrito ensayos en galerías como Pan American Art Projects.