LA HABANA, Cuba.- Sherritt, empresa canadiense inversionista en la extracción de petróleo, ocupó inusuales espacios en los noticieros de la televisión cubana y los periódicos Granma y Juventud Rebelde a comienzos de marzo.
David Pathe, presidente y director ejecutivo de la compañía, en una conferencia de prensa expuso sus planes de exploraciones petroleras en 2017, y resaltó que “Cuba es un país excelente para fundar y mantener negocios”, opinión muy apropiada para el Gobierno, ávido de atraer inversiones extranjeras.
Las autoridades cubanas habían expuesto las posibilidades de negocios a decenas de directivos de empresas internacionales durante la cumbre “Cuba Oil & Gas 2017″, efectuada el 8 de febrero en La Habana. Las informaciones sobre el petróleo cubano son asiduas desde que el pasado año el gobierno reconoció la reducción del suministro por Venezuela, recortó las cuotas de combustible y energía a las entidades estatales, prometió que preservaría los consumos de la electricidad de la población e intensificó la búsqueda de inversionistas extranjeros.
Sherritt comenzó sus inversiones en Cuba hace casi 25 años con la empresa mixta Moa-Fort Saskatchewan, procesadora de níquel y cobalto en Moa, Holguín. El níquel es el principal producto de exportación de Cuba, pero sus dificultades datan de comienzos de la década de 1960 por la pérdida de mercado debido a las medidas restrictivas del embargo norteamericano, los técnicos y las piezas de repuesto luego de la nacionalización; y se repitieron a comienzos de la década de 1990 en las plantas recuperadas con el fin de la colaboración soviética y checa.
En momentos de buen precio del níquel, la empresa Sherritt, con dificultades financieras, se aventuró a invertir en Moa luego de ser promulgada la primera Ley de Inversión Extranjera (1992) a causa de la urgente necesidad de sortear la crisis económica denominada Periodo Especial en Tiempos de Paz.
En tanto, en 1996 se cambió la perforación de pozos verticales de petróleo de 1200-2000 metros de longitud, en la zona de Boca de Jaruco (La Habana) a Varadero (Matanzas), por pozos horizontales, con la participación de Sherritt en Puerto Escondido, lo que permitió aumentar los niveles de producción desde el 2002. En un yacimiento donde un pozo vertical producía 100-200 barriles por día, un pozo horizontal rendía más de 2000 barriles. Cuba alcanza casi 4 millones de barriles de petróleo combinado al año, que cubren el 48% del consumo nacional, pero la producción decrece por agotamiento del petróleo en los pozos existentes.
La producción petrolera Sherritt-Cupet en la zona de Varadero genera 15 000 barriles diarios, y Energas–Cupet-Unión Eléctrica producen el 15% de la energía disponible en la red eléctrica de Cuba. Pathe manifestó que la perforación en el Bloque 10 en el área de Varadero se inició en 2016 y se evalúan los resultados que condicionarán la apertura de otro pozo. La bahía de Cárdenas es un objetivo en 2017. “El éxito rotundo del ciclo combinado es uno de nuestros activos, motivo de orgullo de nuestra empresa. Buscaremos nuevas oportunidades para favorecer áreas estratégicas de la economía”, señaló. La compañía ha invertido más de 800 millones de dólares en la construcción y puesta en explotación de proyectos de Energas, equivalente al 30% de sus inversiones en Cuba, según el noticiero de televisión.
Estos negocios son mutuamente ventajosos, ya que el Estado cubano no tiene capital para realizar las grandes inversiones requeridas en la prospección y extracción del petróleo. Al otorgar una concesión a riesgo durante unos 25 años, la compañía extranjera también se compromete a construir una planta eléctrica que funciona con gas natural, como ha hecho Energas, al tiempo que vende su parte de producción al Gobierno cubano.
En la franja norte entre La Habana y Matanzas se concentra el 97% de la producción de hidrocarburos y gas en el archipiélago cubano. El primer pozo extendido fue el Varadero 1000. Ya se han concluido 9, todos con notables registros de producción. En estos momentos se perfora el Varadero 1008, que será el más extenso perforado en Cuba con una longitud de más de 8 kilómetros, desde tierra al mar, según expresó el ingeniero Julio Jiménez Vázquez, responsable de perforación de CUPET, en entrevista publicada por Granma el 10 de febrero.
Para perforar estos pozos, Cuba necesita contratar a compañías extranjeras varios servicios altamente especializados, como el equipo de perforación, control direccional, mud logging, registro eléctrico y cementación, entre otros. Por ejemplo, para Varadero 1008 fue necesario contratar una torre de 3 000 caballos de potencia a la estatal china Gran Muralla, pues los equipos de Cupet no alcanzaban la fuerza necesaria para cavar a esa distancia de 8 000 metros, manifestó Jiménez.
Desde finales 2015, la Empresa de Petróleo de Occidente realiza inyecciones de vapor de agua, con el objetivo de disminuir la viscosidad de un crudo extrapesado que se encuentra a una profundidad de 500-800 metros, y poder hacerlo fluir. Este método, aún en fase de prueba, se lleva a cabo entre Cupet y la compañía estatal rusa Zarubezhneft, para lograr producción de este crudo que se conoce desde hace muchos años, pero que no se ha logrado extraer por su alta viscosidad y menor cantidad de gas disuelto. El proyecto aún estaba en fase de prueba, manifestó el Ingeniero Roberto Suárez Sotolongo, director adjunto de Cupet, publicada por Cubadebate en septiembre de 2016.
El Gobierno cubano realizó acuerdos para 8 bloques en tierra con compañías de Rusia, Venezuela, Vietnam, Colombia y otros países. La firma MEO Australia Limited en el bloque 9, cercano a Cárdenas, Matanzas, recibió mucha publicidad internacional a fines de 2016 debido al supuesto hallazgo en Motembo, pero luego MEO informó que aún está en fase de estudio. En ese lugar se extrajeron pequeñas cantidades de petróleo a inicios del siglo XX.
Acuerdos en la Zona Económica Exclusiva del Golfo de México se mantienen con la noruega noruega Repsol-Statoil, la malaya Petronas y la rusa Gasprom, junto a PetroVietnam, Sonangol y PDVSA, pero no parece que se realizarán las prospecciones en aguas profundas a corto plazo. Los 4 fallidos intentos con la plataforma Scarabeo 9 y la caída de los precios del petróleo ocasionaron el repliegue. Las inversiones actuales en tierra demorarán varios años en producir ostensiblemente. Por tanto, no sustituirán de inmediato el déficit de petróleo venezolano, ni mitigarán la difícil situación económico-social del país.