El diplomático español Carlos Pérez-Desoy Fages dijo que la Dama de Blanco, Laura Pollán, sólo quería ser maestra, pero su voluntad de concordia, encarnada en su gladiolo blanca y su eterna sonrisa la han hecho entrar en la historia de Cuba.
Pérez-Desoy Fages, consejero en la embajada de España en Cuba de 2006 a 2010, dijo en un artículo publicado por el diario El País que conoció a Laura en La Habana en el verano del 2006.
Explica que Laura, hasta que cayó preso su marido en el 2003 por motivos políticos, nunca se había interesado por la política.
“En su humilde casa de la calle de Neptuno”, dice el diplomático español, ella organizaba reuniones, acogía a las mujeres de presos que viajaban a La Habana y recibía a cualquiera que quisiera visitarla.
Señala Pérez-Desoy Fages que Laura siempre se mantuvo firme y mantenía abierto los canales de diálogo con el gobierno de España y también con el régimen cubano.
Añade que sin ella, no hubiera habido el diálogo del gobierno comunista con la Iglesia Católica en Cuba que desembocó en la excarcelación de los disidentes detenidos durante la Primavera Negra del 2003.
Tomado de Noticias Martí