Al cierre de esta edición, Adli Mansur, juró su cargo ante la asamblea general del Tribunal Constitucional Supremo, la instancia judicial que él mismo presidía hasta hoy.
“Juro por Dios todopoderoso defender el sistema republicano y respetar la Constitución y la ley, atender al pueblo y proteger la independencia nacional y la integridad territorial”, dijo Mansur al asumir como presidente interino.
Mansur fue designado ayer por las Fuerzas Armadas, tras el golpe militar que depuso a Mohamed Mursi, elegido hace un año en los primeros comicios presidenciales democráticos.
La sociedad de los Hermanos Musulmanes declaró que el Ejército había detenido a dos de sus líderes, Saad al Katatni, presidente del Partido Libertad y Justicia, la rama política de la hermandad, y Rashad Bayoumi, vicepresidente de la misma formación política. Además se habían emitido órdenes de arresto de hasta 300 miembros de esa cofradía, incluido su líder, Mohamed Badie. Se cerraron también sus emisoras de televisión, según dijeron fuentes militares, para evitar incitaciones a la violencia.
Golpe de Estado consumado
El general Abdel Fattah al-Sisi, máximo responsable de las Fuerzas Armadas y ministro de Defensa, fue el que hizo el anuncio de que “Mohamed Morsi ya no es presidente del país, la Constitución queda en suspenso de forma temporal, un gabinete tecnócrata asumirá las riendas del Gobierno y que el Constitucional empezará a trabajar en las celebración de elecciones para elegir a un nuevo presidente”.
Junto al general Al Sisi han estado presentes durante la comparecencia jeque de la institución islámica de Al Azhar, Ahmed Tayeb, el papa copto, Teodoro II, el líder opositor Mohamed el Baradei y jóvenes del movimiento Tamarod, que ha encabezado las protestas en Tahrir. Todos han hablado y respaldado la intervención del general. El Baradei, miembro del Frente Nacional de Salvación, que ya concurrió en las pasadas elecciones, ha afirmado que la hoja de ruta pactada entre los diferentes agentes y tutelada por los militares responde a las reivindicaciones del pueblo. El Baradei es Premio Nobel de la Paz y exdirector de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
Esa hoja de ruta pasa también por la formación de un comité de expertos que reforme la Constitución, hacia la que la oposición laica ha cargado por su marcado contenido islamista.
Poco antes del anuncio de Al Sisi, vehículos blindados del Ejército egipcio se han desplazado hasta Nsr City, en El Cairo, donde algunas tropas han realizado disparos al aire para separar a los manifestantes pro y antimorsi concentrados allí. También se han desplegado tanques en la ciudad de Giza, a unos 20 kilómetros de El Cairo. El Presidente Morsi, por su parte, ha sido trasladado al Ministerio de Defensa “por su propia seguridad”, según el diario Al Arabiya, una información que no ha sido confirmado todavía.
El ejército tomó las calles
Tropas del Ejército con ayuda de vehículos blindados ocuparon a primera hora de la tarde el edificio de la televisión estatal en el centro de El Cairo, según fuentes de la seguridad citadas por la agencia Reuters. Estas mismas fuentes añaden que los empleados no relacionados con la emisión de programas en directo han abandonado el edificio.
Este movimiento se produjo después de que el consejo militar egipcio se haya reunido con carácter de urgencia, según confirmó una fuente militar a la agencia de noticias británica Reuters. Al Sisi, presidió el encuentro.
A las 17:00 finalizó el ultimátum de 48 horas dado por el Ejército al presidente islamista Mohamed Morsi, elegido democráticamente hace un año, para que dé respuesta a las demandas de los manifestantes, que desde el viernes pasado han salido a las calles de Egipto reclamando un cambio de Gobierno, y acuerde compartir el poder con la oposición. La fuente militar ha confirmado que a la reunión han asistido los comandantes de más peso de las fuerzas armadas del país árabe.
La prensa celebra el golpe
La prensa de Egipto dio por acabada la breve era Morsi. Los medios oficiales se han visto ya libres del control de los Hermanos Musulmanes, la sociedad en cuyo brazo político militaba Morsi, y del Gobierno. El rotativo estatal Al Ahram titulaba: “Dimisión o cese hoy”. Al Watan titulaba: “El final”.
Incluso el grupo Gama al Islamiya, el socio más extremista del espectro islámico con el que cuenta Morsi, ha exigido este miércoles al Gobierno que abra la vía para celebrar elecciones presidenciales anticipadas, para evitar de ese modo más violencia y un golpe de Estado.
“Un traspaso pacífico y constitucional de poder nos ahorrará el vertido de más sangre”, ha dicho su portavoz, Tarek al Zumar, a Reuters.
Morsi, completamente aislado, dijo en un discurso televisado anoche que la búsqueda de consenso no ha funcionado, y que está dispuesto a derramar su sangre para defender su legitimidad. Incrementando al máximo la tensión política y en las calles, las fuerzas armadas han respondido con un comunicado que también darán su sangre “por Egipto y por su ciudadanía contra cada terrorista, extremista o persona ignorante”.
El movimiento popular opositor Tamarod (Rebélate en árabe) pidió a sus simpatizantes que acudieran al palacio de Al Quba, donde estaba alojado Morsi. Tamarod ha sido el instigador de estas protestas, que comenzaron el domingo, cuando se cumplió un año de la investidura de Morsi. Decía tener en su poder más de 22 millones de firmas pidiendo la marcha del presidente. Hubo concentraciones en la plaza de Tahrir, centro de las protestas que depusieron a Hosni Mubarak en 2011, y en el palacio oficial de la presidencia en Heliópolis.
Los enfrentamientos entre defensores y detractores del presidente provocaron 23 fallecidos en la universidad de El Cairo en la localidad de Giza, en la zona metropolitana de El Cairo.
Morsi defendía su legitimidad
Repetía que había ganado unas elecciones justas. “Si proteger esa legitimidad requiere que de mi propia sangre, estoy dispuesto a hacerlo”, decía, visiblemente nervioso y, a ratos, irritado. “Cuando llamamos a la jihad lo hacemos contra los enemigos de esta nación. Nunca llamamos a la jihad de unos contra otros”, pero llamaba a sus seguidores a no agredir al Ejército o a la policía. Decenas de miles de personas, sin embargo, ya se habían atrincherado en las inmediaciones de la mezquita de Rabia al Adawiya, en el distrito de Ciudad Naser, armados con palos, bates y cadenas.
El Ejército dio indicaciones de que, si Morsi no atendía sus exigencias, le depondría . En 2011 las fuerzas armadas ya tomaron el poder, después de al caída de Mubarak, durante 16 meses, un periodo que acabó con las elecciones que ganó Morsi con el 51% de los votos, 13,2 millones de papeletas.
Las fuerzas armadas difundieron un comunicado en Facebook que tituló significativamente “Las Horas Finales”. El Comandante General de las Fuerzas Armadas, Abdel Fatah al Sisi, dijo “es más honorable morir por el pueblo egipcio que ser amenazados o aterrorizados”, dijo. “Juramos por dios que sacrificaremos nuestra sangre por Egipto y por su ciudadanía contra cada terrorista, extremista o persona ignorante”.
Se confirmaron víctimas fatales por enfrentamientos entre la Policía y los seguidores de Mursi, derrocado el martes 3 de julio. Egipto ya tiene un nuevo presidente.
EEUU ordenó la evacuación de todo su personal.