CIENFUEGOS, Cuba, 9 de agosto de 2013, www.cubanet.org. Luego de meses de relativa tranquilidad sin que se detectasen nuevos casos de cólera en la provincia de Cienfuegos, en la mañana del pasado 8 de agosto las alarmas del policlínico “La Cruz Roja” se activaron tras detectarse un caso positivo de la temida epidemia.
Siendo las 5 a.m. el ciudadano Juan Arbolay Águila, quien labora como chofer en el puerto del Mariel, donde aparentemente contrajo la enfermedad, se personó ante el médico de guardia de la mencionada policlínica, aquejado de profusas diarreas acuosas.
Tras serle indicada una prueba rápida consistente en un cepillado anal y análisis de eses fecales se confirmó la sospecha del galeno que le atendía, ordenando de inmediato el ingreso para aplicarle el tratamiento indicado. A esa hora se activó el sistema provincial de vigilancia epidemiológica.
A las 10 de la mañana de ese día quedó establecido en La Cruz Roja un puesto de mando con la presencia de diferentes especialistas, actores comunitarios y funcionarios gubernamentales. A las 4 p.m. se efectuó un training de capacitación impartido por un epidemiólogo a todos los médicos del referido centro hospitalario. Además quedó constituida una consulta para atender exclusivamente a pacientes con cuadros diarreicos.
No obstante el rápido accionar de las autoridades sanitarias, una enfermera que labora en el centro asistencial, se queja de las pésimas condiciones que posee el local para enfrentar una probable crisis epidemiológica. La falta de agua para el descarde de los sanitarios o el lavado de las manos, la escases de algunos fármacos o la mala atención al personal médico son algunas de las deficiencias mencionadas por ella.
Durante todo el día 8 personal médico realizó pesquisas entre los vecinos de la cuadra que se ubica en calle 53 e/t 70 y 72, en el periférico barrio San Lázaro, donde tiene su residencia Arbolay Águila. Según una fuente médica consultada por Cubanet según el protocolo establecido para estos casos las indagaciones deben mantenerse por diez días.
En el momento que este reportero visitó el lugar para constatar la situación que viven los vecinos pudo apreciar que junto a la casa del infecto pasa una zanja de aguas albañales que fluye hasta un arrollo que atraviesa todo el pueblo y desemboca en la bahía. De igual modo aprecié varias calles anegadas en aguas negras o albañales como consecuencia de roturas en las conductoras.
Rumores persistentes que circulan entre la ciudadanía refieren que en el hospital provincial Gustavo Aldereguia Lima ya se encuentran ingresado cerca de una decena de pacientes bajo sospecha de contagio.
Hasta el presente los medios de prensa gubernamentales, los únicos permitidos en el país, no se han pronunciado al respecto, algo que no sorprende al activista político Nelson Blanco pues nos recuerda que: “No es la primera vez que enfrentamos alguna epidemia y siempre la reacción del gobierno ha sido la de esconder la cabeza bajo de la arena e intentar hacer creer que nada está pasando.
La opinión del activista es corroborada por la actitud mostrada por el gobierno meses atrás cuando se produjo un importante brote de cólera en el municipio Palmira. Entonces se negó – aun se hace – la existencia de la enfermedad. En aquella ocasión se produjo la muerte de un paciente.
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