El terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, “Carlos”, aprovecha el juicio en apelación que se ha iniciado esta semana en París para narrar aspectos de su biografía “revolucionaria”, cuidándose que no le salgan a relucir los cuatro atentados mortales que le valieron la cadena perpetua en el anterior juicio.
Lo primero que hizo fue prohibir a sus dos abogados de siempre, Isabelle Coutant-Peyre y Francis Vuillemin, que le defendieran, como reacción de protesta por no haber recibido todo lo que había pedido al Gobierno de Venezuela.
El “El Chacal”, de 63 años, y que lleva desde 1994 encarcelado en Francia -donde fue condenado a cadena perpetua, pretendía que Caracas pagara los honorarios de sus letrados.
Para lograrlo, había escrito al presidente venezolano, Nicolás Maduro, recordando las muestras de apoyo que le había manifestado de palabra, al igual que su el fallecido Hugo Chávez.
“Es culpa de los traidores en el Gobierno actual”, del “poderoso enemigo sionista” que lo ha infiltrado, argumentó.
Ante el hecho consumado de la ausencia inesperada de abogados -que ni siquiera se pusieron al teléfono a la llamada de los jueces-, el tribunal decidió la designación de tres de oficio y se negó a retrasar la vista como estos solicitaron al hacerse cargo.
Ramírez Sánchez se quejó de “una mala voluntad hacia la defensa” ante las pocas o nulas posibilidades de que se presenten los testigos que querría que prestaran declaración, empezando por Charles Pasqua, el que era ministro francés del Interior cuando él fue detenido -“secuestrado”, según su versión- en Sudán en agosto de 1994, en una operación de los servicios secretos galos.
También tuvo un enfrentamiento con el presidente de la corte, Regis de Jorna, por las condiciones que le impuso para entrevistarse en la carcel con Valentín Angarica, consul de Venezuela.
Los cuatro atentados cometidos en Francia en 1982 y 1983, causaron once muertos y más de 150 heridos.
A nte la pregunta del Juez sobre su ocupación, volvió a responder: “revolucionario profesional”.
“No hay nada que me implique en estos atentados”, subrayó el primer día del proceso, quejandose de que no se hubiera llevado ante el tribunal “una sola prueba”.
Ramírez Sánchez sí confirmó que fue el “comandante de la operación” en la que se secuestró a los ministros que participaban en una reunión en Viena de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el 21 de diciembre de 1975.
Toma de rehenes que definió como “una operación de defensa de los intereses de los países productores de petróleo”.
Igualmente contó cómo al dimitir del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP) en junio de 1976 fundó la Organización de los Revolucionarios Internacionalistas, para combatir contra los imperialistas y los sionistas”.
El Chacal reveló que, en noviembre de 1992, terminó unas memorias que entregó a dos personas a las que no identificó, con la misión de que las publicaran después de su muerte, y que por ellas sus herederos deberían recibir cuatro millones de dólares.
- Agencias