LA HABANA.- En la mañana del pasado miércoles 7 de marzo, la policía del municipio Boyeros, en la capital cubana, arremetió contra una de las redes de barrio que operaba en el lugar.
Con más de 200 usuarios y ubicada muy cerca del Aeropuerto de la Habana, el nodo permitía el acceso a Internet (Nauta) de ETECSA a sus usuarios. Los servidores creaban un túnel a través de los puntos wifi ubicados en Santiago de las Vegas y el Aeropuerto Internacional José Martí para llevar el internet hasta la comodidad de las casas. Varios equipos inalámbricos, incluidos NanoStation, switches, MikroTik, LiteBeam, routerboard y cables de red fueron decomisados por las autoridades.
“Nos fueron arriba y nos quitaron todo, un total de trece equipos inalámbricos fueron decomisados. No dieron tiempo a nada”, comentó para este diario uno de los administradores del nodo que se hace llamar “Gargo”.
“Hay mucho dinero de los clientes y de nosotros los administradores invertido en este proyecto, las pérdidas superan los 2000 dólares y no creo que se nos devuelva nada. También arrancaron todos los cables e incluso se llevaron mi ordenador personal que hacía función de servidor”, añadió.
“Pienso que se nos tiraron (refiriéndose al operativo) porque repartíamos el internet de ETECSA, llevábamos la conexión nauta hasta las casas. El Nauta Hogar todavía no es factible en muchos lugares y nuestros clientes estaban satisfechos con el servicio que les dábamos (…) sabes que en este país no se puede hacer nada y a lo mejor ellos piensan que le damos perdida a ETECSA pero no es así, es todo lo contrario”, añadió Gargo.
El administrador fue trasladado a la estación de policía de Santiago de las Vegas junto a dos de sus clientes, que fueron detenidos por poseer equipos wifi en sus casas, que hacían de “puente” para expandir la conexión. Todos recibieron un acta de advertencia y una multa de unos 250 pesos. Fueron puestos en libertad tres horas más tarde.
“La felicidad dura poco en casa del pobre. Tengo 75 años y no puedo caminar hasta el aeropuerto y menos hasta Santiago, son los dos lugares más cercanos para conectarse a la dichosa wifi. Este invento me servía para comunicarme con mis hijos y mis nietos que viven en Miami y que ahora pasaré más trabajo para verlos”, comentó Caridad Gutiérrez, una de las clientas de “Gargo” que se beneficiaba con la red.
Algunos administradores de la zona temen una nueva oleada represiva en contra de las redes de barrio y han comenzado a desmontar sus equipos por miedo.
“Mucho esfuerzo, dinero y todo el trabajo de años se puede desplomar en tan solo minutos, es por eso que es mejor aguantar todo hasta saber qué es lo que va a pasar”, comentó otro de los administradores de la zona que prefirió el anonimato.
Según fuentes oficiales, a finales del 2017 la Aduana General de la República había decomisado unos cinco mil equipos y accesorios con posibilidades de conexión y transmisión de datos a distancia, entre ellos NanoStation, enrutadores, conmutadores y otros medios inalámbricos. Las redes de barrio vuelven a estar en la mira de la policía y una nueva ola represiva contra las mismas es el mayor temor de sus administradores.